En el Real Zaragoza no se computa el enfrentamiento de ayer frente al Numancia B como un encuentro amistoso de pretemporada. Al contrario, desde el club aragonés se ha sido muy escrupuloso a la hora de calificar el choque de ayer como un partidillo de entrenamiento. Lo fue, es evidente, porque no cumplió con las normas habituales de un partido, ni en cuanto al tiempo de duración, ni en la división de los tiempos, ni en el atuendo. Eso sí, Ponzio lució el brazalete de capitán y se jugó con árbitro.

Sea como sea, el Zaragoza no arrancará de verdad esta pretemporada hasta el próximo sábado, cuando disputará el primer amistoso del verano. Será en Londres ante el West Ham. Cuando el equipo aragonés pise el césped de Upton Park, habrán pasado veinte días, por ejemplo, desde que el Atlético de Madrid arrancó los bolos estivales del 2011. No es el único. Todos los equipos de Primera División han empezado ya a disputar los amistosos de pretemporada. El último fue el Barcelona, que lo hizo ayer ante el Hajduk, pero la mayoría lo han hecho al menos dos semanas antes que el cuadro aragonés.

Además, el Zaragoza parece tener cerrado el bloque de amistosos de pretemporada, que de momento se han quedado en solo cinco, lo que convierte a los aragoneses en el conjunto de Primera División que menos bolos tiene previsto disputar antes del primer partido de Liga, que disputará el fin de semana del 20 y el 21 de agosto en el estadio Ciudad de Valencia frente al Levante.

Después del West Ham, el Zaragoza se medirá en tierras inglesas al Norwich (3 de agosto) y el Wolverhampton (6 de agosto). De vuelta a España, el equipo de Aguirre jugará en Soria ante el Numancia el 11 de agosto, cuatro días antes de presentarse en La Romareda ante el Espanyol. Queda pendiente, por ejemplo, el amistoso ante el Villarreal en Teruel, al que hasta ahora no se le ha encontrado fecha.