Michael Phelps ganó ayer los 100 metros mariposa y sumó su tercer oro en los Mundiales de Shanghái. El de Baltimore no tuvo problemas en una prueba en la que faltaron Milorad Cavic y Rafael Muñoz. Sin nadie que le apretara, Phelps marcó unos discretos 50.71 segundos, muy lejos de los 49.82 que nadó con traje de plástico. Su cara tras la carrera mostraba más desazón por la marca que alegría por el oro. A la espera de los relevos de hoy, Phelps acumula ya seis medallas en unos Mundiales de los que saldrá con la etiqueta de perdedor. La culpa es de su amigo Ryan Lochte, quien le ha superado en los 200 metros libre y estilos. Acostumbrado a imponer su dictadura en todas las pruebas, Phelps solo domina en mariposa cuando falta un año para los Juegos Olímpicos de Londres.

La piscina volvió a coronar a César Cielo, quien estuvo a punto de quedarse fuera por un positivo y que ganó los 50 metros libre.

WILDEBOER, FINALISTA Aschwin Wildeboer se clasificó para la final de los 50 espalda al lograr el tercer tiempo de su serie y el cuarto de los participantes. El español registró 24.99 segundos. Su buena actuación sorprende por la baja forma mostrada en los 100 metros y su renuncia a última hora a los 200 metros. El equipo femenino de 4x100 metros estilos quedó fuera de la final pero se llevó una doble alegría: un nuevo récord nacional de 4.03.98, casi un segundo inferior al anterior, y el billete para Londres.