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MOTOCICLISMO

La cúpula del trueno

Álex Márquez y Jack Miller se jugarán el domingo el título de Moto3 en el ratonil circuito de Cheste "No quiero guerras, quiero ganar jugando limpio", asegura el piloto español

La cúpula del trueno

Y para terminar la madre de todas las batallas. Cheste, Valencia, el trazado más ratonil del mundo, un auténtico escalextric. La cúpula del trueno: dos entran, uno sale. Álex Márquez (Honda, 262 puntos), el hermanísimo, el espigado líder de Moto3 contra Jack Miller (KTM, 251 puntos), el joven escogido por Honda para ser el chico que le plante cara a Marc Márquez, casi invencible. En juego, el último título que resta tras las exhibiciones de Márquez, ya bicampeón de MotoGP, y Esteve Tito Rabat, flamante rey de Moto2. Álex emerge con ventaja: será campeón si acaba en el podio. Miller necesita ganar y que Márquez acabe más allá de la tercera plaza.

"Me llevé un susto tremendo, terrible, pensé ¡Dios!, igual se ha hecho daño. Igual le he estropeado el título. Pero no, por fortuna, no se hizo nada. ¡Uf!, fue un respiro, de verdad" explicaba Marc Márquez el momento en que, entrenándose la semana pasada con Álex, en Rufea, pegadito a Cervera (Lleida), chocó con su hermano y lo tiró. "Yo también me llevé un buen susto, pero me libré", confirma Álex. "No solo no se hizo nada sino que, acto seguido, me la devolvió", añadió el tetracampeón. Había que preguntar si esa manera de entrenar la carrera del domingo en Valencia estaba justificada por los seis empujones ilegales que Miller le propinó a Álex en Malasia y que los comisarios dejaron sin sanción con la coletilla de que fueron lances de carrera. "No, no, no era una forma de preparar el GP, simplemente no sabemos entrenarnos sin correr a tope", añadieron los Márquez.

Miller se sabe espiado, observado por Dirección de Carrera y ayer estuvo muy comedido. Eso sí, dijo que en Malasia "fui normalmente agresivo". Y, claro, le faltaron siete segundos para recordar que Álex "me tiró en Aragón y no hubo sanción", dando a entender que no le van a castigar ahora a él por unos empujoncitos de más. "No tengo nada que perder. La presión es para Álex". Ni que decir tiene que Miller confía en la tropa de KTM: Kent, Kornfeil, Hanika, Antonelli, Bastianini, Guevara, Navarro, Viñales, Fenati y Ajo.

LA SERENIDAD DE ÁLEX

Álex, cómo no, no entró al trapo. "Está bien entrenado", dijo Marc entre risas. "No quiero guerras, no entraré en la pelea, quiero ganar jugando limpio", aseveró Álex, que repitió varias veces en inglés "only the gas, only the gas", para añadir: ñMe encuentro sorprendentemente sereno, tranquilo, feliz. Soy líder, corro en casa, me conozco el trazado, tengo una magnífica moto, una fábrica y un equipo detrás y, seguro, 100.000 aficionados que me apoyarán. Espero no fallar", explicó.

¿Le ha pedido ayuda a su compañero Álex Rins? Le preguntaron. "Quiero ganar yo solo, no sé si Honda nos dirá algo", respondió. La cuadrilla de la marca alada es menor que la de la marca austriaca: los dos Álex, el vasco Efren Vázquez, que aún no tiene moto ni equipo para el año que viene y se sospecha que irá a saco, Masbou y McPhee.

"Solo espero que toda mi suerte se vaya con él este fin de semana", contó Marc. "Hemos vivido quince días serenos, relajados. No hemos hablado en casa de motos porque, de hacerlo, llegas a Valencia harto de motos y no es plan. Está en sus manos. Álex lleva todo el año en el podio. No fallará", añadió.

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