Buenacasa y nada más

El empeño de Sergio Buenacasa en jugar en el Real Zaragoza fue decisivo para que el club aragonés realizase el último movimiento del verano. El delantero aragonés, criado en la Ciudad Deportiva, regresa a su hogar para tratar de buscarse un hueco en el fútbol profesional tras completar su periodo de formación base en el Barcelona (tres temporadas) y la Juventus (las dos últimas). Se marchó en infantiles y vuelve con ficha del filial, aunque con una ventana abierta al futuro. Así lo explicó ayer Martín González, encargado de poner el cierre verbal al mercado zaragocista. "Es una situación que se dio de repente, una situación bonita, de un jugador de Zaragoza. Va a entrenar con el primer equipo habitualmente y los días que no vaya convocado, seguramente ya viernes y sábado, entrenará y jugará con el filial. A Buenacasa lo conocía de nombre, solo lo he visto por vídeos, pero la posibilidad es atractiva y puede ser un jugador de futuro".

La clave del regreso de Buenacasa ha estado principalmente en su deseo de volver a Zaragoza. "Ha puesto de su parte porque viene de un club grande y es difícil que nosotros podamos entrar en los números que tenía en la Juventus. Él tenía mucha ilusión por volver a casa y se ha podido hacer porque ha cedido en sus pretensiones. Es bueno para todas las partes. Vuelve a un sitio que conoce y tiene muchísima ilusión", dijo el director deportivo. En números, Buenacasa llega con la carta de libertad tras acceder a cobrar los 15.000 euros que le podía ofrecer el club aragonés, lejos de los 70.000 que percibía en Italia. Ha firmado por una temporada con opción a otra en función de su rendimiento. El Zaragoza adquiere el 75% de sus derechos y el jugador se queda el 25% restante.

Martín González aseguró que el Zaragoza no se movió en las últimas horas en busca de un futbolista que redondeara la plantilla. "Teníamos el equipo hecho ya hace tiempo y no hemos estado buscando nada más. Sabíamos que estábamos en los límites que nos ha puesto la Liga y que el equipo tiene mimbres, que está bastante compensado. No hemos ni intentado buscar algo que nos pudiese reforzar".

El director deportivo también se refirió a los deseos de su entrenador, que el pasado viernes volvió a asegurar que confiaba en la llegada de un central y un delantero. "Los entrenadores siempre piden mucho y Ranko ha hecho lo mismo que los demás. Su obligación, como la mía, es tener la mejor plantilla posible, pero hasta unos límites. No podíamos hacer nada más. Tenemos la posibilidad en invierno, si hay alguna debilidad, de poder subsanarla".

La idea de la secretaría técnica ha sido confeccionar una plantilla en la que hubiese "pocas diferencias entre unos y otros" para que no duelan las ausencias. "El año pasado notábamos mucho las bajas, las lesiones, las expulsiones. Queríamos que hubiese igualdad, que no fuese fácil jugar en ningún puesto", dijo Martín González, que admitió que no tenía previsto quedarse con tres porteros. "No ha habido posibilidad de encontrar un equipo para Alcolea. Es una pena porque pretendíamos que tuviese minutos y la oportunidad de demostrar que es un portero con categoría para jugar en el Zaragoza. Tiene que seguir trabajando de la misma manera porque nos va a hacer falta".

Quienes sí se han quedado en el equipo han sido Rubén y Abraham, los dos futbolistas que más cerca estuvieron de salir. "Yo nunca di el nombre de Rubén públicamente. El de Abraham sí, pero no era un tema deportivo, sino de una ficha muy alta. Sabía que estábamos encantados con él, que queríamos que se quedase. Rubén ha hecho una pretemporada muy buena, está haciendo muy buenos partidos y ha conseguido darle la vuelta a la situación que tenía", explicó el técnico, que concluyó asegurando que no cierran la puerta "a nada". "Ya veremos cómo llegamos a invierno, pero ahora pensamos que estamos bien y no necesitamos más".