Prohibido fallar y detenerse a pensar en el peso psicológico de las dos derrotas consecutivas, una en Liga y otra en Copa. No hay margen de error para el Madrid si quiere conservar un liderato que acechan Sevilla, a un punto de los blancos, y Barcelona, a dos. La visita del Málaga hoy (16.15 h. beIN), un equipo que nunca ha ganado en el Bernabéu y que acumula tres derrotas consecutivas, tiene varios objetivos: lograr los tres puntos y convertirse en campeón de invierno y serenar los ánimos en un equipo atormentado al que Zidane intenta rescatar. «No estoy preocupado ni me voy a volver loco porque esto lo vamos a cambiar», afirmó el técnico francés

Sin red y metido de lleno en una dinámica negativa, el Madrid se juega disipar sus temores o entrar de lleno en una crisis de juego y resultados. El público del Bernabéu espera una reacción inmediata del equipo para olvidar cuanto antes la derrota liguera en Sevilla y el palo copero ante el Celta. Una presión que Zidane admite, pese a que tiene muy clara la línea que va a mantener su equipo pese a los dos pinchazos. «No vamos a cambiar la idea que tenemos. Solo hace falta ponerla sobre el campo. Esto lo vamos a dejar atrás con convicción», ha apuntado el entrenador.

Uno de los futbolistas sobre los que volverán a apuntar los focos será Ronaldo. El jugador portugués cuajó uno de sus peores encuentros ante el Celta. Ahora, ante el Málaga, al que le ha marcado 15 goles en Liga, disputará su partidos 250 en Liga con el Madrid. «Cristiano siempre va a tener críticas. Cuando no marque o cuando juegue en otra posición, como ahora. Yo a veces no jugaba bien ¿y qué? No pasa nada. Cristiano está bien y siempre va a ser el que marque la diferencia en este equipo», dijo el francés.