En constante crecimiento

En el Lycée Français Molière el deporte es parte integral de la formación del alumno. En este centro privado-concertado que supera los mil alumnos y que está ubicado en el barrio zaragozano del Actur el fútbol sala es uno de los deportes más practicados en los últimos tiempos. Las otras especialidades que se pueden realizar son el baloncesto, el balonmano, la gimnasia rítmica y el predeporte. Alejandro Lorenzo, exalumno del colegio desde el año 1986, es el coordinador deportivo. «Ahora contamos con 80 jugadores encuadrados en siete equipos masculinos», explica.

La reciente Semana Santa fue uno de los momentos culminantes para el deporte del colegio puesto que se celebra el Jaca el Torneo Juega. «Nos fuimos tres días a competir, pero destacó la convivencia y la piña entre los entrenadores, padres y niños. Fue en el pabellón de los Escolapios. Nos juntamos con Pompiliano, Liceo Europa, Escolapios y colegios de Jaca. Estuvimos en la montaña en un sitio privilegiado». Se desplazaron tres equipos de fútbol sala y seis equipos en baloncesto. «En básquet ganamos en preinfantil femenino e infantil y alevín masculino», apunta.

Ya quedan pocas semanas para que finalice el curso escolar. El objetivo es claro. «Queremos progresar lo máximo posible con todos los grupos. Lo importante es el crecimiento deportivo y el personal jugando al fútbol sala. No pensamos en este deporte como una iniciación en el fútbol. Además de la mejora técnico-táctica, se busca el compañerismo y el respeto para los compañeros y los rivales. El grupo de padres apoya a los entrenadores al cien por cien», explica Lorenzo.

Comienzan la temporada a mitad de septiembre y terminarán a finales de junio. «Es muy difícil que los niños se cansen haciendo deporte cuando el ambiente es bueno. Estás esperando un fin de semana sin Liga para jugar torneos. El pasado fin de semana estuvimos en el Torneo de La Salle Montemolín», apunta. A mediados de junio llegará la fiesta del deporte. «Hacemos una paella y organizamos un concurso y un torneo interno para todos los deportes. No sabemos dónde se hará este año», indica.

El fútbol sala se creó a principios de los noventa. «Creció paralelo al baloncesto. Este año es el de más practicantes en fútbol sala. Nuestro objetivo es seguir creciendo hasta la salida del colegio siendo juveniles. Y sería muy positivo crear un equipo de chicas», indica Lorenzo.

Cuando llegó el coordinador hace 31 años el colegio era muy diferente a lo que es ahora. «Era muy pequeño, no llegaba a los 300 alumnos. Era muy familiar y la relación tan sana no se ha perdido. Siempre ha estado enfocado a hacer una reflexión sobre las cosas, más centrado en el pensamiento que en la repetición de ideas. El deporte es un gran complemento para la educación del colegio», reconoce.

Hace tres décadas estaba en la carretera de Logroño. «Nos encontrábamos en una casa y las instalaciones han mejorado mucho. Tenemos dos patios, uno más dedicado al baloncesto con dos canchas de minibásquet y otra grande y una pista de fútbol sala arriba. Utilizamos algunos días las pistas del Helios para entrenar. No tenemos un pabellón cubierto», explica el coordinador.

La base de la pirámide es el predeporte, donde hay una treintena de niños. «Tienen cuatro y cinco años y trabajan el fútbol sala, el básquet y el balonmano durante dos días a la semana y después toman la decisión que deporte elegir. Hay muchos niños que hacen las tres especialidades en benjamin y alevin», afirma Lorenzo.

No buscan la especialización deportiva. «Cuanto más tiempo practiquen actividades complementarias, mucho mejor para su evolución física, técnica e intelectual. Intentamos que estén contentos en el colegio y que vean que tiene otra filosofía y otra manera de hacer las cosas el deporte escolar. Hacer deporte a la salida del colegio con entrenadores de confianza siempre es un factor determinante a la hora de elegir el colegio o un club», concluye.