La Segunda B tendrá una histórica presencia de equipos aragoneses. Hasta tres clubs se juntarán en el grupo III. Celebrarán una temporada en la cada uno de ellos pelarán de amarrar la permanencia en uno de los grupos más exigentes de esta categoría.

Resulta asfixiante la incipiente igualdad que reina en la Liga compuesta por los equipos catalanes, baleares y valencianos. Se juntan los combinados de mayor poderío, muchos de ellos pertenecientes a categorías superiores. Nombres de gran relieve, como Hércules, Sabadell, Atlético Baleares, o el Castellón, que contará con más de 14.000 abonados. A las entidades pertenecientes a la categoría de históricos se les suman los filiales como el Barça B, que gasta más en fichajes y salarios que la unión de la mayoría de clubs del grupo.

Entre este ecosistema de alta exigencia caminarán Ebro, Ejea y Teruel. Cada uno a su marcha, a tenor de los matices que rodean a cada institución. Se trata de una temporada que quedará anclada en el recuerdo, ya que hacía siete campañas que no se juntaban en un mismo grupo tres representantes del fútbol aragonés.

Fue en la temporada 2011-12 cuando convivieron Teruel, Andorra y Deportivo Aragón. Eran otros tiempos. Para contextualizar, en aquel filial blanquillo estaban Pablo Alcolea, Jorge Ortí, Diego Rico, Joel Valencia y el entrenador era Juan Eduardo Esnaider. En el Teruel militaba un jovencísimo Carlos David, que posteriormente se convertiría en todo un emblema del Huesca. O el Andorra, que tenía en sus filas a Jorge Miramón. Otro zaragozano ilustre que ahora juega en Primera División.

Este curso será distinto. Los representantes aragoneses jugarán en una Segunda B de más exigencia. Con futbolistas de alto nivel y clubs ahogados por la necesidad de promocionar a Segunda para que no les asfixien las deudas. En ese escenario de lucha permanente tratarán de triunfar. El Ebro seguirá agrandando su condición de veterano en el grupo en un año donde volverán a la Copa del Rey. Todavía perdura aquella eliminatoria frente al Tudelano en el trofeo copero, con un gol de Edu García en el último instante ante cerca de 1.200 espectadores. Los arlequinados desearán revivir momentos para el recuerdo. Algo que también persigue el Teruel, que retorna al bronce tras cinco años de penitencia por la Tercera División.

De la mano de Dani Aso, los turolenses abren un nuevo periodo en su historia. Ahora convertidos en club filial del Huesca, con más capacidad para atraer jóvenes futbolistas talentosos. Como el Ejea, que también reune un grupo de futbolistas de nivel en su año de estreno en la categoría. Héctor Otín, Ramón, Catalá, Santana o Adriá de Mesa, un helenco de nivel para el proyecto que comanda Guillermo Fernández Romo. Los tres equipos perseguirán con ambición la permanencia en un grupo complejo. Un año que pasará directo a la historia del fútbol aragonés.