Las obras de la calle Manifestación ahogan las cuentas de los negocios: "Estoy mirando otros locales"

El descenso de las ventas se hace notar en los resultados de los comerciantes y alguno de ellos incluso se plantea cambiar de zona

Vista desde un balcón de las obras en la cale Manifestación de Zaragoza.

Vista desde un balcón de las obras en la cale Manifestación de Zaragoza. / Jaime Galindo

Las obras de reforma de la calle Manifestación de Zaragoza se están haciendo notar en las cuentas de los comercios de la zona. Su duración, de seis meses, y que casi toda la vía esté en plena transformación, con unas mallas que tapan los trabajos, ha causado que muchos transeúntes ya no circulen por ella y, en consecuencia, que bajen las ventas. Tanto, que alguno de los negocios allí ubicados incluso se plantea abandonar la calle e instalarse en otro lugar.

“Yo estoy mirando ya otros locales porque seis meses así, ni lo aguanto ni quiero aguantarlo", ha afirmado este lunes Yolanda Campos, del sex shop Insinúa T, ubicado cerca del cruce con la calle Alfonso. Este negocio, según ha relatado, desde que comenzaron las obras “ha pegado un bajón”, con días en los que entran “solo tres personas” y fines de semana sin que lo visite “absolutamente nadie”.

Todo ello, a pesar de su cercanía con una de las principales arterias turísticas y comerciales del centro. “La tienda ya no se ve desde la calle Alfonso”, ha destacado. “La gente no puede pasar por las aceras, están casi cerradas y entran dentro de la tienda para cederse el paso”, se ha lamentado, en alusión al espacio dejado para transitar por esta vía. “No se puede pasar, han tapado completamente la visibilidad de la calle y del escaparate. No apetece ni venir a trabajar”, ha insistido.

Ante estas circunstancias, sí que ve con buenos ojos que permitan a los comercios colocar un cartel en la calle Alfonso que anuncie las tiendas. “Si el ayuntamiento ha puesto unas vallas, que las aproveche para invitar a la gente a venir”, ha propuesto. Actualmente ya hay algunos carteles de negocios dispuestos en la valla que corta el acceso desde la calle Alfonso, aunque la intención es que se instale uno con los logotipos de todos los comercios.

“Ahora solo ven la obra, si no ven calle ni por dónde pasar, no entran”, ha afirmado también Elisa Neagoe, del supermercado Alcampo. En su caso, ha relatado que ya conocían en qué iban a consistir las obras y sus posibles afecciones. “Es verdad que han bajado mucho las ventas, pero contábamos con ello”, ha añadido. Con el actual escenario, Neagoe ha contado que, aunque no se plantean cerrar o irse a otro punto, sí que barajan posibles recortes. "No puedes mantener un negocio con los mismos gastos y facturando menos, sobre todo, los fines de semana", ha concluido.

Locales escondidos

Desde el bar El Picadillo, ya en la esquina con la plaza del Justicia, también han notado las obras, aunque evalúan que en menor medida que otros comercios ubicados en el centro de la vía. “Nosotros lo notamos, pero creo que para los que están a mitad de la calle es más complicado acceder a sus negocios”, ha indicado Jorge Marset. Sobre las afecciones a la facturación de estos trabajos, ha considerado que “en todas las obras se nota bastante”.

Precisamente, unos metros más hacia la calle Alfonso se ubican el bar Platerías y la cafetería Marianela. Su propietario, Miguel Martín, ha observado cómo “las obras han empezado a afectar” y la gente de paso que podría entrar a tomar algo a los establecimientos de la vía “decide ir por otras calles más cómodas”.

“El acceso es mucho más incómodo y los locales están escondidos detrás de una valla pegada a las fachadas prácticamente, con lo cual, imposibilita la vista del local y su acceso. Se ha notado y creo que se notará más adelante”, ha profundizado Martín.

Estas circunstancias llevan, según ha observado, a que “todas esas personas de paso o todos esos turistas que, posiblemente, ayudan a que el negocio se mantenga, no entran”. Por todo ello, no descarta que deba afrontar decisiones como reducir plantilla. “A lo mejor, si el trabajo baja, habrá que tomar medidas y prescindir de algún empleado, no se descarta”. Y ha concluido: “Todo nos lo irá diciendo del volumen del trabajo que vayamos teniendo, porque las obras van a durar bastante y hay que hacer una previsión a medio plazo”.

Con el fin de minimizar los inconvenientes que suponen las obras, desde el Ayuntamiento de Zaragoza aplican determinadas rebajas fiscales a los comercios afectados. En concreto, El IBI se reduce al 50% en el caso de trabajos que se prolonguen entre tres y seis meses, como es el caso de la calle Manifestación, y para el mismo periodo, al IAE experimenta una reducción del 10%.

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