Nadie dice adiós para siempre. No si su recuerdo sigue vivo entre los que se quedan. Óscar Mainer dejó huella de muchas maneras. Para muchos, fue un exjugador de balonmano zaragozano. Otros lo conocían por ser, entre otras dimensiones del club, presidente del extinto Balonmano Aragón. Y, para unos pocos, por así decirlo, por ser ese amigo fiel que todos quieren, por ser trabajador, un buen padre, un gran compañero, en definitiva, una buena persona.

El cáncer apagó la vida de Óscar antes de tiempo, con solo 49 años. En este corto periodo deja un gran legado. No hay palabras que describan el enorme cariño de todos aquellos que se acercaron al cementerio de Torrero de la capital aragonesa. Varias figuras del balonmano aragonés y español, como Mariano Ortega, Pablo Hernández, Toño Cartón, Quique Camas o Demetrio Lozano, quisieron rendir un último homenaje al que, para todos ellos, fue más que un compañero.

«Óscar era un gran amigo y muy profesional. Tenía un corazón enorme y lo vamos a echar en falta. A mí me ayudó mucho en lo personal y profesional. Tenía los valores que uno desearía inculcar a sus hijos», comentó el exjugador y exentrenador del BM Aragón, Mariano Ortega.

Por su parte, Lozano lo describió como «una grandísima persona. El cáncer no tiene miramientos, es una lacra cercana que parece que no te va a tocar y al final pasa. Cuando se van los buenos siempre duele más», lamentó.

Mucha gente recuerda el pundonor de Óscar Mainer para remar contra viento y marea por tener balonmano «de nivel» en Zaragoza. Y lo consiguió durante unos años. «Era muy trabajador muy cariñoso, humilde, conocedor del deporte, una persona muy formada en todos los aspectos. Asumió roles que él quizá no pensaba que pudiera desempeñar, pero siempre cogía las cosas por donde queman», recalcó Domingo Aguerri, que fue máximo mandatario del BM Aragón.

Juan Carlos Caamaño, presidente de la Federación Aragonesa de Balonmano, le conocía muy bien en ese aspecto. «Era muy sencillo, muy alegre y muy profesional. Todo un baluarte aragonés y español. Hemos perdido a una gran persona, he perdido a un gran amigo», apuntó.

Pocos zaragozanos podían presumir de poner campeón de Europa en el currículo. Ésta, y otras muchas hazañas, le permitieron ser uno de los nombres propios de la ciudad. «Su figura ha de ser recordada por todos. Hoy nos despedimos de Óscar, y seguramente no será el único homenaje que se le haga», destacó el concejal de Deporte del Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Híjar. Además, el portavoz adjunto del PSOE en el consistorio, Roberto Fernández, el vicepresidente del Real Zaragoza, Fernando Sáinz de Varanda y el exdirector general de Deportes del Gobierno de Aragón, Félix Brocate, también estuvieron presentes en el adiós de una leyenda del balonmano aragonés.