Dos mundos opuestos en Vitoria

En el Buesa Arena se vieron dos mundos opuestos, el de un Baskonia más hecho que fue de menos a más para acabar convertido en un rodillo que superó a su rival ampliamente en la segunda parte, y el de un Tecnyconta aún en fase embrionaria que fue de más a menos, dejando una más que interesante declaración de intenciones pese al resultado final (99-76). La ausencia de Fran Vázquez restó centímetros y peso a un juego interior que sufrió demasiado ante Shengelia, uno de los cuatros más en forma de la ACB, y Poirier. Por ahí encontró su mayor filón el equipo de Pedro Martínez y por ahí se le escapó el partido al Tecnyconta.

No puede decirse que Porfirio Fisac no anunciara lo que iba a pasar en Vitoria, al menos lo que iba a hacer su equipo. Ha dicho el técnico muchas veces que tiene 16 jugadores, entre los que incluye a los canteranos. Ayer Jaime Pradilla fue el cinco titular ante la baja de Vázquez y acabó teniendo diez minutos de juego. Anotó su primera canasta en la ACB en el último cuarto. También había avisado el segoviano en la previa de que el acierto de su equipo era lo que iba a marcar las posibilidades reales de victoria. Efectivamente, mientras el conjunto aragonés aguantó el intercambio de golpes con el Baskonia con unos elevados porcentajes de acierto (8/13 triples en la primera parte), pudo tratar de tú a tú al vigente subcampeón de Liga. Las bajas de Seibutis y Vázquez condicionan el rendimiento del equipo, las rotaciones del técnico y, en consecuencia, los juicios que puedan extraerse de esta primera toma de contacto oficial. En el Buesa Arena todos tuvieron minutos, todos tuvieron protagonismo. Los equipos de Fisac son eso, equipos, y no hay que buscar estrellas más allá de que unos tengan la muñeca más caliente que otros en cada partido.

De esa manera coral, diversificando el juego, dando minutos a todos, fue como el Tecnyconta aguantó en la primera parte (41-40 al descanso). La segunda ya fue otra historia. Exigido por su rival, el Baskonia se vio obligado a subir una marcha más en defensa. Adelantó líneas, aumentó la presión y provocó más errores en el Tecnyconta. Cambió el guion del partido y al conjunto aragonés le pilló con el pie cambiado. De pronto, los espacios y las ideas se cerraron en ataque y se multiplicaron los problemas en defensa. El Tecnyconta se quedó sin acierto y, en consecuencia, sin opciones, mientras Shengelia y Poirier hacían el agujero cada vez más grande por dentro.

Ahí se acabó el partido, con un parcial de 32-17 en el tercer cuarto. Cierto es que el Tecnyconta no se dejó llevar, no ofreció una mala imagen en cuanto a la actitud mostrada. Simplemente se quedó sin argumentos en la pista, fue superado por un rival mejor, que no perdonó sus errores. Nada que no entrara en las previsiones para empezar. La cuestión ahora es cómo continúa su trabajo de crecimiento y si puede recuperar algún efectivo, sobre todo a Fran Vázquez, para recibir el miércoles al Gipuzkoa.