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EL INICIO DE LA PRIMERA DE FÚTBOL SALA

Tropezar para levantarse

El Sala Zaragoza no duda que el correctivo ante el Jimbee será el trampolín para cuajar un buen año

Tropezar para levantarse

El pabellón de La Granja fue testigo de uno de los episodios más importantes de la historia del club. Todavía resuenan los ecos de una gesta trascendental en el deporte femenino aragonés. Aquel 6-4 ante el Colmenarejo permitió al Sala Zaragoza adquirir el billete con destino a la máxima categoría.

Han pasado ya dos meses desde esa machada. Después de una exitosa pretemporada para llegar al primer partido al 100%, el calendario les jugó la primera novatada del año. El Jimbee Roldán, vigente campeón de Liga, fue el encargado de darle la bienvenida a las zaragozanas en la jornada inicial.

La lógica siguió su curso. Al término del encuentro, el marcador mostraba un contundente 0-7. Sobre la pista, no obstante, el partido dijo otra cosa. «No supimos aprovechar nuestras opciones. Tuvimos alguna ocasión para adelantarnos, lo que habría permitido cambiar el desarrollo del partido. El rival era el actual campeón de Liga. Tienen mucho oficio y lo demostraron, aunque no por su juego. Esta derrota fue más por demérito nuestro que por mérito de ellas», explica el entrenador del Sala Zaragoza, Chus Muñoz.

Después de tropezar no queda otra que levantarse. El correctivo del Jimbee ayudó a sacar muchas conclusiones. «Mejor que haya pasado ahora porque venimos de no perder en la anterior campaña. Creo que no nos ha venido mal ver la realidad de la Primera División. Estamos trabajando mucho los fallos del pasado fin de semana para mejorar», apunta la capitana del equipo, Marta Alonso.

Los comienzos nunca son sencillos. La plantilla aún está adaptándose a una categoría nueva en la que «un error se paga con un gol en contra». Alonso es una jugadora con sobrada experiencia en la categoría. Regresó a Zaragoza con el sueño de, algún día, llevar al club a la élite del fútbol sala femenino. Y lo consiguió. Ahora vive ese sueño con su equipo. «Hay muchas diferencias con la Segunda. Especialmente en el ritmo. No hay tanto tiempo para pensar la jugada porque las rivales se te echan encima». Además, continúa, «todos los rivales son peligrosos sin importar el estilo de juego que desplieguen».

La temporada no será un camino de rosas para el Sala Zaragoza. Jugadoras y cuerpo técnico no se plantean un objetivo más lejano que el Burela, rival del próximo sábado. «No tenemos que mirar la clasificación. Sólo estar centrados en jugar y hacerlo lo mejor posible en cada entrenamiento, y cada partido», recalca Muñoz.

El traspiés inicial no ha afligido a una plantilla que cree en su potencial para aspirar a altas cotas esta temporada. La capitana no duda. «El objetivo principal es la permanencia. Aunque somos ambiciosas. Las sensaciones en el vestuario son muy positivas y creemos que podemos estar en puestos más altos, no queremos conformarnos. Hay que entrenar cada día para mejorar y salir a por la victoria, sin importar el rival que esté delante».

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