Al fichaje de Alocén por el Real Madrid solo le falta ser oficial

El acuerdo entre Carlos Alocén y el Real Madrid está ya cerrado y solo falta que se haga oficial. El jugador zaragozano ya ha superado incluso el reconocimiento médico con el equipo blanco, por lo que no tardará en llegar el anuncio de las partes, según fuentes cercanas a la operación. El campeón de Liga pagará la cláusula de rescisión del base, de unos 150.000 euros, más los derechos de formación que correspondan (están estipulados por FIBA en base a criterios como años en el club, internacionalidades, etcétera) y se hará con el mejor jugador joven de la temporada recién terminada. No obstante, el Basket Zaragoza no perderá inmediatamente al jugador, puesto que Alocén quiere jugar en casa, al menos, una temporada más.

Carlos Alocén ha pasado por todas las categorías de formación del Basket Zaragoza desde que llegó a la entidad en el 2012 en categoría infantil, procedente de Compañía de María. No sólo ha destacado en la capital aragonesa sino que es también internacional en las diferentes categorías inferiores -ahora disputará el Europeo sub-20 en Israel-, ha participado en eventos de prestigio como el Jordan Brand Classic y siempre ha figurado entre los jugadores más destacados de su generación. El pasado verano el club decidió hacerle ficha del primer equipo con un contrato para los siguientes cuatro años.

En su primer curso como profesional ya ha dejado sobradas muestras de su talento. En su apuesta por el joven zaragozano, el Basket Zaragoza diseñó su plantilla con un base veterano, Bo McCalebb, que partiera como titular y le sirviera de guía, y un jugador nacional que pudiera ser el segundo o tercer director de juego según el caso, Fabio Santana. Al final la eclosión de Alocén y la confianza de Porfirio Fisac hicieron que el zaragozano fuera el segundo o, incluso, el primer base del equipo en numerosas ocasiones. Al entrenador no le tembló la pizarra a la hora de poner a Alocén en los minutos calientes de partido y al jugador tampoco le pesó la responsabilidad para liderar al equipo. Su visión de juego, su capacidad para tener las jugadas en su cabeza segundos antes de que sucedan, es lo que le hace único.

LA TRAYECTORIA

Su talento innato es evidente. Detrás hay mucho trabajo desde hace muchos años para seguir mejorando, para seguir aprendiendo. Alocén no se conforma y sabe que tiene muchos pasos que dar todavía. Esta temporada ha jugado 37 partidos, con una media de 15 minutos en la fase regular y 24 en el playoff, aportando 5,3 puntos (6,2 en las eliminatorias), 2,2 asistencias (3,8 en el playoff) y 5,7 de valoración (7 en el playoff). Además ha debutado este mismo año con la selección absoluta.

Carlos Alocén también ha fallado, se ha equivocado en la pista. Pero otra de sus virtudes es su capacidad para rehacerse, para continuar peleando, para no dudar. Muchas veces ha acabado siendo el mejor del equipo tras un mal inicio. Ese carácter, esa rasmia, es lo que le ha convertido en uno de los favoritos de la afición. Cuántas ovaciones, cuántos aplausos le ha dedicado la grada esta temporada. Al final del último partido, en las despedidas, el pabellón Príncipe Felipe le cantó «quédate, quédate».

Se quedará, al menos, un año más en Zaragoza porque así lo quiere él y así se lo ha hecho saber al Real Madrid desde el principio. El club blanco va a fichar a uno de los grandes talentos nacionales por algo más de 200.000 euros en total. Para un presupuesto de 42 millones de euros eso supone alrededor de un 0,5%. Una cantidad mínima para el Madrid y para el Basket Zaragoza que no hace sino reflejar y perpetuar la enorme desigualdad del baloncesto español.