Paulino González tiene vena de empresario y ganas de emprender. Es el propietario del restaurante Venta La Panolla, en plena carretera entre Alcañiz y el circuito de Motorland, un lugar de paso y de parada de toda la gente que acude a la ciudad turolense en estos días. Y él vive con cierto temor y resignación la posibilidad de que no se celebre el Gran Premio todos los años: «Afectarnos nos tiene que afectar. Hay mucho movimiento por aquí. La gran mayoría de personas con este Gran Premio salvan la campaña, porque la facturación sube mucho y llegas al invierno mucho más tranquilo. Sería un retraso»», asegura Paulino.

Además, recalca, «no es solo Alcañiz, es la ayuda brutal que da a Aragón», afirma poniendo en valor la importancia que tiene la MotoGP para todo el territorio de la comunidad. Él mismo lo sabe bien, ya que también tiene un hotel en la cercana localidad de Valdealgorfa, lleno por el equipo KTM. «Por eso haría muchísimo daño», agrega. «En Zaragoza dará más igual, porque tienen más cosas, pero aquí... Si es rotatorio, nos haría daño», incide.

El restaurante tiene sitio para dar alrededor de 250 comidas y en estos días de carreras se dan, de media, «entre 60 y 80», lo cual «es un gran volumen». Además, debido a la celebración del Gran Premio y para cubrir el incremento de la demanda, Paulino ha tenido que multiplicar su plantilla de trabajadores.

De todos modos, González es consciente de que la decisión final depende de muchos actores y que no tienen poder de decisión. «Si MotoGP nos lo aplazan un año nos resignaremos y se acaba celebrando cada dos o tres años, porque no depende de nosotros, pero nos repercutiría negativamentee», sentencia el hostelero.