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LA CRÓNICA DE RAQUEL MACHÍN

La ofrenda de San Miguel

Un triple del zaragozano da el triunfo al Casademont en Sevilla en un partido sin acierto

La ofrenda de San Miguel

Pareció imposible durante buena parte del partido, ha sido hasta desesperante ver fallar una y otra vez a los jugadores del Casademont, pero los zaragozanos se han repuesto a una atroz sequía anotadora y a los puntos de KC Rivers para llevarse un gran triunfo en casa del Betis gracias a un triple de Rodrigo San Miguel a falta de tres segundos (69-71). No ha sido el mejor partido, ni el más bonito, ni el más vistoso, pero el Casademont vuelve a demostrar amor propio, capacidad de reacción y resistencia a todo. El equipo de Fisac suma tres victorias en los cuatro primeros partidos, de los que tres han sido fuera de casa, un excelente bagaje antes del inicio de la Champions este miércoles.

No parecía la jugada ensayada, no es San Miguel el tirador de los momentos finales, pero con 69-68 el base manejaba el balón, lo metió dentro para Benzing y este, sin margen para girarse, se la devovió a Rodrigo en la frontal. Entre la obligación y la necesidad, el zaragozano se levantó y la clavó limpia de tres, culminando así una remontada difícil de explicar por ambas partes. Porque el partido fue un cúmulo de desacierto desde bien pronto, porque ninguno dominó realmente el duelo, pero si uno lo tenía en la mano ese era el Betis. En un día aciago de acierto la muñeca de KC Rivers fue suficiente para que los locales se fueran hasta los 16 puntos de diferencia.

El partido pareció sentenciado ante un Casademont seco, con un 20% de acierto desde la línea de tres y fallando incluso acciones clasísimas debajo del aro. Perdiendo balones y regalando contraataques. Incapaz de frenar a Rivers. La diferencia no fue mucha en el marcador hasta el tercer cuarto porque, excepto Rivers, el Betis tampoco fue un dechado de virtudes ofensivas. Pero incluso las mínimas diferencias que figuraban en el marcador durante buena parte de la tarde, cinco, ocho puntos, parecían insalvables ante el ritmo anotador del equipo de Fisac.

Los aragoneses comenzaron bien en cuanto a ritmo, pero muchas posesiones no se tradujo en muchos puntos, al contrario, la anotación era un cuentagotas. No tuvo el día Seeley, no tuvo el día Brussino. Por dentro solo Justiz iba produciendo, pero el Casademont se quedó en 14, 11 y 16 puntos en cada uno de los tres primeros cuartos. 25 puntos en 20 minutos, poco más de treinta a la media hora. Números imposibles para pensar en ganar un partido de baloncesto. De la categoría que sea.

El Betis gobernaba con el mando de Rivers y la tranquilidad de ver que su rival no podía. Fisac apostó por dos bases durante el tramo decisivo, no tanto para controlar el juego o en busca de más puntos, sino para que San Miguel pudiera hacerse cargo de Rivers. El escolta acabó con 26 puntos y 6/9 en triples, pero el Casademont sobrevivió. Benzing tiró del carro anotador, encontró su momento de acierto y fue acercando a los aragoneses en el marcador. El equipo zaragozano fue recortando poco a poco y, cuando el Betis quiso darse cuenta, ya lo tenía otra vez encima. El conjunto de Fisac consiguió lo más importante, meterse en partido en el tramo decisivo. Ganarse la oportunidad de llevarse el partido.

Podía haberlo perdido porque siguió fallando, equivocándose en alguna falta, pero recuperó el espíritu inquebrantable de la temporada pasada. Todavía no lo había hecho esta. Aún no se había visto perdido y se había levantado de nuevo. Jugó con calma la última posesión, no encontró la mejor opción, pero en el día de la Virgen del Pilar tuvo que ser un zaragozano, Rodrigo San Miguel, el que anotara el triple ganador cuando solo faltaban tres segundos para el final. Un chute más de autoestima para un equipo que había ganado dominando y arrasando, que había perdido siendo superado por su rival. Hoy ha ganado un partido que tenía perdido. Todos los registros son válidos.

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