Alberto Ayora Hirsch puede hacer historia en el montañismo aragonés. El jacetano va a presentar su candidatura a la presidencia de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME). Su rival será por el momento el catalán Bernat Clarella. Si fuera elegido el próximo 10 de diciembre por la Asamblea General sería el primer aragonés en lograrlo en toda la historia. «Sería una gran responsabilidad y un orgullo», dice convencido el oscense.

Terminará una larga etapa de 28 años con Joan Garrigós en el cargo nacional. «Lo idóneo es estar máximo dos o tres legislaturas. Pero el mérito de Garrigós es tremendo. Ha estado de directivo 42 años entre la Federación Catalana y la Española. Pero creo que ni es bueno, ni sano estar tanto tiempo. Es un cargo de una responsabilidad tremenda y no es nada cómodo. No se cobra un duro y no es fácil porque te complica la vida. Aunque el año que viene paso a la reserva y tendré mucho más tiempo», reconoce Ayora. El aragonés entró en la FEDME en el 2011. «A raíz de un accidente colaboré en la implantación de un sistema de la gestión de riesgos. Después se creó el comité de seguridad y entré en la directiva en 2015».

En la última legislatura decidió presentarse de nuevo Garrigós. «Creo que se debería haber consultado y preparado la transición con transparencia con los tres vicepresidentes», explica. Fue en el 2018 cuando apareció Bernat Clarella. «No estaba en la junta y entró como vocal de esquí de montaña. Al final dijo que se presentaba a la presidencia. Es el delfín de Garrigós y supone un continuismo», apunta. Entonces, Ayora decidió dar un paso adelante e informó sobre su candidatura. «Lo hice porque me apoya un equipo potente con gente que lleva muchos años en la FEDME como el aragonés José María Nasarre y el madrileño José María Rubayo. Hemos contactado con las territoriales y hemos hecho una encuesta preguntando cómo ven a la Federación, que le pedirían y en qué se deben implicar», explica. El 3 de noviembre se constituirá la Asamblea que votará al presidente en diciembre

De momento las expectativas parecen optimistas en el camino hacia la presidencia de Ayora. «Estamos ya trabajando en un nuevo plan estratégico la mayoría de territoriales como Madrid, Castilla la Mancha, Castilla-León, Cantabria, Andalucía, Extremadura, Valencia, Ceuta, Melilla, Murcia, País Vasco... La única que se posiciona claramente a favor de Clarella es Baleares», relata.

¿Y el montañismo aragonés qué posición va a tomar? Es la pregunta del millón. Ayora no las tiene todas consigo. «La Federación Aragonesa de Montaña (FAM) tiene la oportunidad de tener un jacetano como presidente y hacer cosas por Aragón. Pero de momento es de las pocas en las que no hay apoyo total y eso me duele. Hay gente muy relevante de Aragón posicionada a favor de la otra candidatura. La clave es preguntarse por qué. Por su parte, Luis Masgrau, el presidente de la FAM, se ha retirado y ha dado un paso al lado», dice.

Uno de los cambios que piden muchas territoriales sería estudiar cuál es el sitio más eficiente de la sede de la FEDME. En Madrid está el Consejo Superior de Deportes, todos los ministerios, la sede de Parques Nacionales o el Comité Olímpico». Pero Ayora piensa en Aragón. «Contemplo tener una oficina técnica en Jaca, ya que los Estatutos lo recogen, pero es una decisión de Comisión Delegada».

Una larga experiencia

La directriz fundamental para Ayora es que «la FEDME no pierda la esencia que la vio nacer: el alpinismo, el montañismo y el senderismo. Llegan grandes retos futuros. En Tokio la escalada será olímpica y el esquí de montaña lleva el mismo camino. «Seremos la primera federación que participe en los Juegos de invierno y verano». Ayora quiere presidir una federación con un gran número de licencias solo por detrás del fútbol, el baloncesto, la caza y pesca y el golf. «Somos la que más aficionados recoge el medio natural con 250.000 licencias y unas siete millones de personas que practican senderismo», explica.

Desde niño vivió en la montaña. Nació hace 57 años en La Seu de Urgell y con uno se fue a vivir a Zaragoza. Dio sus primeros pasos en la naturaleza en los scouts. «Después me marcó el campamento Virgen Blanca en Gistaín y fui uno de los socios fundadores del club Tebarray en Agustinos». Su historial es largo. Ayora es militar profesional. «Entré en la Academia General Militar e hice los cursos de montaña y operaciones especiales. He estado en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, dirigiendo el Grupo Militar de Alta Montaña». Conoce las montañas de todo el mundo, desde el Pamir, los Andes, Patagonia, Karakorum (G-I y G-II), el Himalaya (Manaslu y Makalu), Altai y Groenlandia y, por supuesto, los Pirineos y los Alpes. Ahora es coronel pendiente de destino y con el paso a la reserva en el 2021.