Pablo Abián se enfrenta este miércoles (13.40) al chino Chen Long por un puesto en los octavos de final. El de Calatayud tiene un reto mayúsculo ante sí, ya que Long es el actual campeón olímpico y el nº 6 mundial, que busca revalidar la medalla de oro lograda en Río 16. Abián avisó que saldrá sin complejos contra su adversario, intentando plantear el partido que más le convenga a sus intereses e intentará dar mucha batalla a su rival. «Quiero sentir que soy competitivo. Confío en poder dar la sorpresa», contestó el aragonés preguntado por sus posibilidades.

No obstante, si Abián no lograra derrotar al campeón chino, todavía tendría una pequeña opción de clasificación en el caso de que lograra arrebatarle un set a Long y fuera uno de los mejores segundos de la fase de grupos de la competición olímpica.

Y es que Pablo Abián, actual número 51 del 'ranking' mundial, inició su andadura en los Juegos Olímpicos de Tokio de la mejor manera posible al vencer con contundencia al estonio Raul Must por un marcador de 21-7 y 21-11 en tan solo 28 minutos. El aragonés, en su cuarta presencia en una cita olímpica, mostró grandes sensaciones, dominó el partido de principio a fin y no se dejó sorprender en ningún momento por el estonio en un partido disputado en el Musashino Forest Plazal. El considerado por muchos mejor jugador español masculino de bádminton de todos los tiempos salió con un esquema de juego bien definido, que consistió en tener paciencia, evitar precipitarse y esperar el momento adecuado para atacar a su rival.

Para Abián, como reconoció en una entrevista para este periódico, era imprescindible vencer en su primer partido, para así llegar con sus opciones intactas de clasificación para la siguiente ronda.

Abián tiene su techo en unos Juegos Olímpicos precisamente en los octavos de final logrados en Londres 2012, donde consiguió su mejor posición en una cita olímpica con una meritoria 14º posición. Además en esos Juegos de Londres, el zaragozano tuvo el honor de ser el primer jugador español de bádminton que conseguía una victoria en unos Juegos.

A sus 36 años, el aragonés es uno de los más veteranos de la delegación española que ha viajado a Japón. Pablo Abián, que el mes pasado conquistó su decimoquinto título de campeón de España individual (también ganó en la modalidad de dobles junto a su hermano Javier), lucha también por mantenerse en la élite mundial del bádminton, soñando con que estos de Tokio no sean sus últimos Juegos Olímpicos.