Las caras de ilusión de los más pequeños no tenían precio. «¡Pero si aquí es donde juega el Casademont!», decían niños y niñas al entrar en el Príncipe Felipe para hacerlo suyo por un día y recuperar una de las citas más entrañables y consolidadas del calendario baloncestístico aragonés, el Día del Minibasket. Después de dos años sin celebrarse, ayer sábado tuvo lugar la edición número 25, y el séptimo Memorial José Antonio García Charles. Unos 1.800 niños y niñas distribuidos en 140 equipos disputaron 76 partidos desde las nueve de la mañana a las ocho de la tarde.

Las jugadoras de un equipo aplauden una acción. | ÁNGEL DE CASTRO

Tanto la Federación Aragonesa de Baloncesto, organizadora del evento, como padres y pequeños estaban deseando retomar esta jornada festiva que no había podido celebrarse desde 2019. Un día para disfrutar y pasarlo bien, por lo que los resultados no se contabilizaron y todos los participantes recibieron su recuerdo del día. La actividad está destinada a las categorías alevín masculina, femenina y mixta de clubs y colegios de Zaragoza y se habilitaron cinco pistas dentro del Príncipe Felipe para poder dar cabida a todos ellos.

Con la ilusión por bandera, el día transcurrió con el éxito acostumbrado. El evento se celebró con las pertinentes medidas sanitarias. Los jugadores y jugadoras disputaron sus encuentros con mascarilla y también debían llevarla los padres y madres que accedieron a la instalación. La pandemia frenó esta actividad el año pasado por primera vez en el último cuarto de siglo. Por eso ayer volvió con más ganas que nunca y con unas cifras muy parecidas a las de antes del coronavirus en cuanto a participación. Se trata de uno de los platos fuertes de la Federación Aragonesa de Baloncesto en su trabajo por promocionar el deporte de la canasta entre los más pequeños y, sin duda, es una de las citas más esperadas del año.