Tras dos años de ausencia por la pandemia, había ganas, muchas ganas de 10K en Zaragoza. Ni el calor ha impedido que la prueba resultara un éxito, con unos 3.000 participantes llenando las calles de la capital aragonesa en un recorrido urbano que ha contado también con numeroso público animando a los atletas. Toni Abadía ha sido el más rápido en la línea de meta parando el crono en 29.34, quedándose cerca de batir su propio récord que estaba en 29.04. Malika Asahssah, del Club Atletismo Trials Calatayud, ha sido la vencedora con un tiempo de 36.40.

Es el cuarto triunfo del atleta zaragozano del Adidas, que suma el de esta mañana a los conseguidos en 2016, 2017 y 2018, cuando estableció el récord de la prueba. En 2019, última edición que se pudo disputar, se impuso Carlos Mayo, hoy ausente por incompatibilidad en el calendario. En el caso de Asahssah es su estreno en el palmarés de la prueba y toma el relevo de Nerea Izcue Dominguez, la más rápida en 2019. La reina de la 10K de Zaragoza sigue siendo Luisa Larraga, que se ha impuesto en seis de las quince ediciones que se han disputado desde que se puso en marcha la carrera en 2006.

Abadía cruzó la meta en solitario y Zakariya El Boubekraoui y Jesús Olmos completaron el podio masculino tras disputarse las medallas en el esprint mientras que Shirley Kap y María José Pueyo acompañaron a Asahssah en el femenino. Reyes Estévez entró en quinto lugar con un tiempo de 31.07.

El otro gran protagonista de la jornada ha sido el calor. Pese a la tormenta caída en la tarde noche del sábado y a la temprana salida de la prueba, los corredores han tenido que completar los diez kilómetros bajo temperaturas de hasta 30 grados. Los Bomberos de Zaragoza han ayudado a los atletas refrescándoles con agua en algunos tramos del camino y algunos corredores tuvieron que ser atendidos por este motivo al cruzar la línea de meta. Jesús Olmos, sin ir más lejos, fue un ejemplo de cómo les exigió el termómetro al entrar exhausto y tirarse al suelo para recuperar fuerzas. Sin embargo, el termómetro no ha sido un obstáculo para que los participantes hayan podido disfrutar de una prueba que ha regresado con fuerza y ha resultado todo un éxito.

El nombre propio fue el de Toni Abadía, que se quedó cerca de batir su propio récord. Por momentos pareció que iba a lograrlo, pasó el kilómetro cinco en 14.27. El atleta del Adidas se lo tomó como un aliciente para la próxima edición. «El objetivo era pelear el récord, lo he intentado, lo he peleado y no ha podido ser. Aunque queramos hay veces que no sale. Hay que tomárselo con entereza, con ganas de volver y de intentar batirlo», señaló tras cruzar la línea de meta. 

Para el zaragozano, no obstante, lo más importante fue encontrarse bien y a gusto corriendo. «Después de todo un año con buenas sensaciones hoy he podido ratificarlas», aseguró. Además del calor atmosférico pudo sentir también el de los zaragozanos. A lo largo de todo el recorrido hubo muchos aficionados y curiosos observando la carrera y animando a los participantes, tanto a pie de calle como en las ventanas y balcones. «Para todos los que corremos y disfrutamos de correr por nuestras calles lo de hoy es un privilegio, con tanta gente, balcones animándome, y este es el homenaje que les puedo hacer. Me siento muy aragonés, muy zaragozano, siempre que pueda correr aquí lo voy a hacer y esta victoria va para ellos», señaló Abadía. No solo él, los casi 3.000 inscritos también disfrutaron y sufrieron la prueba. La 10K CaixaBank ha vuelto con éxito y Zaragoza y el deporte siguen recuperando la normalidad.