Bajo un sol abrasador y con una temperatura que supera los veinte grados pese a estar en otoño, Madrid ha vivido por un día la experiencia de albergar un circuito de un Gran Premio, aunque no se puede comparar con la Fórmula 1, los bólidos que han descendido una cuesta de 800 metros han dejado el listón alto para la categoría del automovilismo. La capital española ha sido testigo de la carrera más alocada y hortera, todo ello gracias a los Autos Locos de Red Bull. Aquí lo que valía era echarse unas risas con el descenso de los bólidos más originales de los más de 50 participantes procedentes desde todas partes de España que ha congregado este evento con 40.000 personas presentes.

Desde un Pikachu bajando la rampa hasta una lata de sardinas cogiendo velocidad y superando una curva peraltada se ha podido ver este domingo 2 de octubre en Madrid. Un evento donde la diversión era la premisa principal y si a eso le añadíamos personalidades de las redes sociales y un olimpista como jurado nada podía salir mal para puntuar el coche con el diseño más llamativo de todos. Aunque todo valía para conseguir ser los más rápidos en descender y llegar a la meta, una de las normas marcaban que no había que participar con motor y era obligatorio contar con los frenos para controlar la bajada y no caer a la primera de cambio.

De ello sabe muy bien el equipo con el dorsal 15 que, aunque hayan perdido por el camino la mitad del vehículo, el piloto ha conseguido llegar a meta gracias al control con los frenos: "O frenas o piñas, sentía que iba descontrolado", explicó el piloto a este diario con la adrenalina aún en el cuerpo nada más bajar de su vehículo. El segundo parámetro que ha tenido en cuenta el jurado ha sido la creatividad porque a cuanto más hortera mejor y si a eso le añadíamos un bailecito como performance antes de descender mejor qué mejor.

Un coche inspirado en los Minions. D.S.

La originalidad ha permitido que ninguno de los coches participantes repitiera temática porque tal y como relatan desde el equipo Sardinatti con el dorsal 12: "La idea surgió de una noche loca en la que nos retamos a hacer el coche de una lata de sardinas”, apuntaron a este diario los dos pilotos que además de compañeros de aventura eran familiares. Les sirvió una noche para pensar en la temática y ponerse manos a la obra para construir su coche, algunos participantes se han llegado a gastar hasta 5.000 euros en fabricar el prototipo con el que descender la cuesta de 800 metros del Parque del Oeste de Madrid. Pese a que no todos llegaban a meta los que sí lo hacían relataban que la bajada pasaba rápido sin darse cuenta ni siquiera del tiempo ni de la velocidad que cogían: "La bajada ha ido mucho más rápido de lo que creía, he tenido problemas desde el inicio porque el casco (uno ofrecido por la organización para grabar el descenso) era más alto de lo que había calculado y no veía nada. Tuve que ir casi todo el camino conduciendo con una mano y con la otra sujetando el casco para poder ver dónde iba. Ha sido todo el rato intuitivo, hemos hecho todos los obstáculos, hemos llegado al final con el coche un poco roto, pero ha sido una pasada", narró Alfredo Pascual que bajó junto al ciclista olímpico Carlos Coloma.

Algunos equipos han tardado tan solo cuatro días antes de la carrera en fabricar su vehículo y otros sin embargo un mes hasta conseguir todas las piezas que necesitaban: "Hemos estado prácticamente hasta esta mañana preparando los últimos detalles", argumentó uno de los dos pilotos de una nave espacial alienígena que consiguió llegar a meta casi intacta y echando aún una lluvia de burbujas. El coche no les dejaba de botar durante todo el recorrido, pero estos dos pilotos de Alicante junto con su equipo tenían un objetivo claro: solo iban a descender las personas que menos pesaban para equilibrar el coche y e ir controlando el freno en la bajada.

Un coche inspirado en una nave espacial alienígena. Sergio Pérez / EFE

Aunque quizá el descenso que se esperaba era de uno de los 'youtubers' más famosos entre los jóvenes: The Grefg. Jóvenes de entre 12 y 16 años gritaban al unísono su nombre para conseguir una fotografía con él o un autógrafo. Con alguno que otro incidente en el que tuvo que intervenir una ambulancia por el protocolo establecido, los coches han podido saltar los obstáculos que tenían por delante cada uno a su manera, unos con una sonrisa y otros esperando el 'leñazo' tras haber cogido gran impulso por la fuerza de la gravedad. Finalmente, tras todo un día de diversión llegó el momento de anunciar los tres ganadores que fueron los que recibieron la máxima puntuación por parte del jurado: Crazy Goat, Patinar te da alas y Burganés Xiguiri Team.

Y tal como cuentan tanto participantes como el público que asistió a ver este espectáculo todo fue sobre ruedas y 'a lo loco'.