Las fábricas de Opel tienen un reto para lograr devolver a la compañía automovilística a la rentabilidad en el año 2003: ahorrar 500 euros (83.193 pesetas) por vehículo. Así lo expuso el pasado miércoles el presidente y consejero delegado de Adam Opel AG, Carl-Peter Forster, en la presentación de los resultados de la compañía del año 2001. Además, Opel quiere que sus fábricas produzcan bajo el concepto Flexplant: construir varios modelos en una misma línea de montaje y poder adaptar el volumen a la demanda de una forma flexible. "La tarea urgente es adaptar nuestra capacidad de producción a la difícil situación de mercado", zanjó Forster. Y resumió claramente la situación: "El paquete de medidas que estamos examinando en este momento abarca desde la prejubilación y programas de negociación económica hasta conceptos de horario flexible". Costes y flexibilidad se erigen de esta manera como las principales claves para el futuro de las factorías y el éxito del plan Olympia de reestructuración. En el caso de la planta de Opel España en Figueruelas (Zaragoza), significa dos acciones en plena negociación entre la dirección de la firma y el comité de empresa: la subcontratación del área de chasis y la propuesta de avanzar en el horario flexible. Las pérdidas operativas del ejercicio 2001 son muy elevadas: 674 millones de euros (112.144 millones de pesetas) en Adam Opel --las fábricas alemanas-- y 871 millones de euros (145.000 millones de pesetas) en General Motors (GM) Europa, a la que reporta la planta de Figueruelas. Por un lado, los costes se vinculan en buena parte a un mejor uso de la fabricación de componentes, es decir, los "proyectos de asociación" con proveedores en las plantas de Figueruelas, Rüsselsheim, Bochum y Kaiserlautern. Forster apuntó que cinco compañías líderes ya han mostrado su interés en asociarse con Opel, tal como ha ocurrido con GKN para la fabricación de ejes de propulsión en la planta de Kaiserlautern. En el caso de Opel España, supone asociarse en las áreas de chasis, envío a otras plantas y expedición de vehículos. La medida afecta a 650 trabajadores. "Esta política no sólo salvaguarda los empleos existentes, sino que también puede crear nuevos", insistió el presidente de Adam Opel. Por otro lado, la factoría flexible, lo que supone la introducción de un horario irregular, también es considerada decisiva por la compañía del automóvil. Opel España estima que tiene un exceso de un mínimo de 30 jornadas productivas en el año 2002, por lo que negocia con los sindicatos medidas de flexibilidad --hasta un total de 25 jornadas flexibles-- para evitar la presentación de un nuevo expediente de regulación de empleo en la planta de Figueruelas. La dirección de Opel España maneja actualmente una previsión de volumen anual de 368.000 unidades del Corsa , 26.000 vehículos menos de los previstos en la planificación realizada en noviembre y muy lejos de los 445.000 estimados como capacidad máxima de la factoría de Figueruelas. El presidente de Opel España, Juan José Sanz, ha advertido en varias ocasiones que el 2002 será "un año crítico" para Opel España. La última clave se refiere a la capacidad productiva, que en Opel España se mantiene, según el programa de reestructuración Olympia, aunque la empresa desea adaptar a las demandas del mercado gracias a la flexibilidad. "La adaptación estratégica de nuestra capacidad de producción para ajustarse a las previsiones de ventas a corto y medio plazo hace necesario eliminar 350.000 unidades de sobrecapacidad instalada en Europa para el 2004", recordó Carl-Peter Forster esta semana. La factoría de Figueruelas ha salido muy bien parada de los planes de ajuste llevados a cabo por la multinacional, ya que Opel ha adoptado medidas más duras en otras plantas europeas: eliminará en marzo la producción del Vectra en Luton (Gran Bretaña) y quitará un turno del Astra en Bochum (Alemania) y en Amberes (Bélgica). El año pasado, Opel recortó 1.700 empleos y adelantará al 2002 una nueva disminución de 2.500 puestos de trabajo en Alemania (prevista en principio para 2003).