Las reservas en hoteles españoles para agosto han caído en un 19,6% respecto a las del 2002, y las de septiembre, un 15,8%. El secretario general de Turismo, Germán Porras, restó trascendencia ayer a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con el argumento de que los vuelos previstos en verano con destino a España aumentarán un 7%, por lo que espera a final de año, "cifras similares a las del 2002".

El INE explicó que este descenso de las reservas hoteleras obedece, entre otras razones, a que los turistas retrasan cada vez más el momento de decidir dónde van de vacaciones. Es un cambio de comportamiento en los viajeros que los empresarios del sector vienen detectando desde hace tiempo y que ya consideran "estructural". El grado de ocupación hotelera ha registrado de enero a junio tasas de decrecimiento con respecto al 2002, con la única excepción de la Semana Santa. Estos malos datos se producen pese a que en el primer semestre del año durmieron en España 22,9 millones de turistas, lo que representa un incremento del 2,8%, según Porras.

Muchas de estas estancias no se realizan en hoteles sino en apartamentos de alquiler o en campings. El INE calcula que las pernoctaciones en establecimientos hoteleros sólo crecieron el 1,9% en el primer semestre de este año. No obstante, junio fue un buen mes para los empresarios. A pesar de que la cifra de visitantes extranjeros apenas si creció, el número de los que se alojaron en hoteles mejoró casi un 7%.

Porras se felicitó porque el precio de los hoteles sólo subió un 1,5% en junio --2,6 puntos menos que en el 2002--, y porque los ingresos por habitación mejoraron un 2,2%, "un porcentaje bajo pero acorde con lo que pasa en el resto de destinos". Aragón, con un alza del 5%, fue la comunidad donde más subieron los precios. También fue la región, junto a Galicia, donde más subieron los ingresos hoteleros (7,4%).