La incapacidad de las empresas españolas para mantener la productividad está destapando importantes debilidades estructurales en el tejido productivo dentro del contexto europeo e internacional. Para hacer frente a ello, la innovación y la aplicación de tecnologías a los procesos de producción se han convertido en una herramienta clave. Sin embargo, las pymes del valle del Ebro (Aragón, Navarra, La Rioja, así como el País Vasco) presentan una preocupante situación, ya que el 36% reconoce no invertir nada en innovación.

En el conjunto nacional, el 42,2% de las empresas dedican menos del 3% de su facturación a innovación, mientras que el 10,4% destina más del 6% del total. Sólo el 10% dispone de departamento de I+D y un 0,3% colabora con centros tecnológicos o universidades.

Así se desprende de un informe, elaborado por la Mesa de Pymes del Mediterráneo (Mepimed) y por el Instituto Cerdá, que revela que la zona del noreste cuenta con la base empresarial innovadora más baja, mientras que en la zona centro (Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Extremadura), Canarias y la zona Noroeste (Galicia, Asturias, y Cantabria), se encuentran las pymes con mayor base empresarial innovadora. De esta manera, las zonas de mayor renta per cápita --Este y Noreste-- son donde las pymes invierten menos en innovación y sólo un 5% de ellas poseen un departamento específico.

FACTOR DE CRECIMIENTO En el caso de Aragón, la necesidad de apostar por la innovación es apremiante para mantener los niveles de competitividad, ya que las exportaciones se han convertido en una de las bazas de la economía aragonesa. De no invertirse en esta materia, "se perderá la capacidad de crecer por encima de la media", pronostican los responsables del informe.

Sin embargo, el estudio destaca que las empresas invierten en innovación para las áreas tradicionales del proceso de producción, mientras que discriminan la gestión, el diseño, y el conocimiento de clientes.

En este sentido, las empresas del valle del Ebro centran su inversión en innovación en aumentar la capacidad productiva (27,0%), incrementar las ventas (24,3%) y mejorar los procesos (20,3%). Una de cada cinco pymes de la zona del Valle del Ebro asegura no percibir ningún benefico derivado de la innovación.

FLUJO DE EMPRESAS PUNTERAS El responsable de Estudios de Mepimed, Albert Roca, señala que Aragón --que concentra el 26% del peso económico de la zona noreste, por detrás del País Vasco, que aglutina el 52%-- "está atrayendo en los últimos años industrias punteras y modernas que complementan a la industria tradicional, y que deben servir para filtrar políticas de innovación a las pymes". Es decir, "deben reactivar la innovación vía demanda, a través de la inversión en productos locales".

Además, Roca abogó por aplicar un plan de choque, por parte de las administraciones del Este y Noreste de España, para reactivar la innovación, ofreciendo contenidos concretos. En este sentido, consideró que las empresas "deberían destinar el 3% de su facturación a corregir el déficit que arrastran en innovación".

Una de las bazas principales que pueden sustentar la reactivación de la innovación son las infraestructuras que se están desarrollando en Aragón. Así, Roca considera que "el aeropuerto de Zaragoza puede convertirse en unos años en la plataforma logística aérea del país", algo que posibilitaría "el transporte de mercancías de alto valor añadido".

Asimismo, cree que Aragón tiene la ventaja de contar con un precio del suelo más bajo, lo que acerca la posibilidad de atraer empresas de gran valor añadido.