Los fabricantes de automóviles han tardado siete meses desde la constitución del Gobierno socialista en sacar del cajón y actualizar la petición de una reforma laboral y fiscal del sector que no aprobó el Ejecutivo del PP. El elemento más llamativo es la puesta en marcha de un "contrato temporal del automóvil" que se adapte al ciclo de vida de un modelo de coche, que va de cinco a seis años.

Esta petición obligaría a modificar el Estatuto de los Trabajadores, que ahora prevé una duración máxima del contrato eventual por circunstancias de la producción de 12 meses en un periodo de 18 meses por medio de un acuerdo en los convenios colectivos sectoriales. En las empresas con convenio propio, como las fábricas de coches, la duración máxima es de seis meses.

"No queremos un regalo del Gobierno de turno, sino la posibilidad de llegar a acuerdos en nuestras empresas", afirmó ayer Juan Antonio Fernández Sevilla, presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

El nuevo contrato no sería de aplicación automática, sino que requeriría de un pacto con el comité de empresa, según el esquema esbozado por Fernández Sevilla en Barcelona en un encuentro sectorial celebrado en la escuela de negocios IESE.

RECELO SINDICAL Ante los recelos iniciales mostrados por los sindicatos por este planteamiento, el presidente de Anfac se mostró abierto a negociar una indemnización al acabar el contrato superior a los ocho días de sueldo por año de servicio que tiene ahora esta modalidad.

Para el máximo dirigente de la patronal y presidente de Renault España, el nuevo contrato contribuiría a aumentar el empleo fijo en las fábricas, puesto que los trabajadores tendrían más posibilidades de permanecer en la empresa.

La contratación temporal subió al 11,4% en el 2003, según CCOO. El secretario de Política Industrial de la Federación Minerometalúrgica Estatal de CCOO, Ramón Górriz, señaló en Zaragoza que las necesidades del sector pasan por "la estabilización en el empleo, no opr las propuestas de Anfac".

Entre las rémoras a la competitividad, Fernández Sevilla citó el alto absentismo laboral en las fábricas, cifrado en el 6,2%. Cada día están de baja una media de 4.400 trabajadores sobre un total de 71.000. El problema radica --añadió-- en el desconocimiento de los médicos de los requerimientos de salud para un puesto de trabajo determinado y al envejecimiento de las plantillas.

Por ello Anfac considera urgente que se permita de nuevo establecer por convenio la edad de jubilación, puesto que la imposibilidad de hacerlo por un cambio normativo y una sentencia del Tribunal Supremo incrementan las indemnizaciones en los casos de prejubilaciones. El vicepresidente de recursos humanos de Seat, Ramón Paredes, defendió la aplicación del contrato de relevo, que rebajará la edad media de 45 años en el 2002 a 37 en el 2007.

Junto a las peticiones de carácter laboral, la patronal advierte de que la carga fiscal que soporta el sector --la tercera más alta de Europa, con 21.000 millones de euros anuales-- "supone un obstáculo para el desarrollo del mercado y la competitividad". Anfac espera que el Gobierno del PSOE estudie la eliminación del impuesto de matriculación, una petición desoída por el PP.

"El ministro Montilla tendrá que demostrar que es un valedor de la industria del automóvil", afirmó Fernández Sevilla.