La agonía de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) no ha sido corta. Desde que en marzo se descolgó del banco que debía constituir con Cajastur y otras dos entidades, el desembarco del Banco de España en el capital a través del FROB era la crónica de una intervención anunciada. Pese a ello, los empleados de las caja se han pasado casi cuatro meses explicándole a los clientes que la caja tenía recorrido en solitario, que podría incorporar a accionistas privados --quizá fondos de inversión-- para alcanzar los nuevos niveles de solvencia exigidos por el Gobierno. Esa idea, demasiado optimista para la realidad del mercado financiero, ha acabado por convertirse en una patraña.

Como consecuencia, no fue ayer extraño que los empleados de las oficinas de la entidad se pasaran buena parte de la mañana pidiéndole excusas a los clientes porque el resultado final no ha tenido mucho que ver con las milongas que cantaron hace unos meses. "Estoy pidiéndole disculpas a los clientes porque el grupo no ha sido capaz se dar una solución al problema que tenía", comentaba ayer una empleada de una de las oficinas de la CAM en Barcelona. Fumaba el primer cigarrillo de una mañana de lunes más intensa de lo normal. Al menos, por lo que se refiere al número de personas atendidas en la oficina: "Hay mucha gente que ha venido a informarse y somos los comerciales quienes damos la información. Es lamentable que los directivos no hayan dado la cara para explicar cual era la situación de la caja", comentaba antes de volver a su puesto.

Relevo o cese

Pese a todo, la jornada fue relativamente tranquila. Esa es la versión oficial. A primera hora la dirección de la caja remitía una circular a las oficinas explicando la situación: la incorporación de los administradores del FROB y el relevo --"o cese, no tengo claro cómo hay que llamarlo", comentaba el director de otra oficina-- de los directivos anteriores, así como la disposición de una línea de crédito de 3.000 millones de euros para atender contingencia. El Banco de España garantiza todos los depósitos bancarios con un máximo de 100.000 euros por cuenta. Por lo tanto, no había peligro de avalancha. Con todo, "esperaba encontrarme un larga cola de clientes en la puerta esta mañana, y mi sorpresa es que no ha sido así", explica el director de esa oficina.

Quizá por la seguridad de los ahorros no peligran, los clientes de la entidad no han tenido demasiado en cuenta las historias de recapitalización que les habían explicado meses atrás. "No hay ningún problema, no hemos venido a sacar los ahorros. Ahora están mas seguros en manos del Banco de España", resumía un cliente que se identificaba como médico. La mayor parte de los comentarios entre la clientela iban en el mismo sentido. Pero alguno iba un poco más allá al precisar que se no se trata de un hecho aislado: "El Banco de España entrará en más cajas", comentaba uno de los usuarios.

Novacaixagalicia, Catalunya Caixa y Unnim tienen concedidos ya los fondos del FROB. Antes del 30 de septiembre sus planes de recapitalización debe estar concluidos.