Al principio de la crisis algunas voces plantearon adónde debían ir los fondos de rescate bancario, ¿a los propios bancos o a los hipotecados? La respuesta es evidente, pero en Irlanda, donde el precio de la vivienda ha descendido un 40% desde sus máximos del 2007, y uno de cada 10 préstamos bancarios tienen retrasos para pagar la cuota, el Allied Irish Bank, una de las entidades intervenidas, que cuenta con 26.800 millones de euros en hipotecas, se plantea utilizar parte del rescate para acudir en auxilio de los hipotecados que no puedan pagar.

El supervisor inyectará esta semana 14.800 millones más como parte de su tercer rescate, que en total representa alrededor de 20.000 millones. "Usaríamos el capital con el que hemos sido provistos por el Gobierno", aseguró el director David Hodgkinson a los periodistas ayer en Dublín. "Tiene que ser algo que busque abarcar a todo el sector y cuente con un apoyo del Ejecutivo", añadió.