--¿La CAM se ofreció a Ibercaja en el último momento antes de la intervención?

--Hemos estudiado muchas ofertas. En el caso de la CAM, las condiciones no eran suficientes y no éramos los únicos que lo pensábamos. Era necesario un esquema de protección de activos. Sin la intervención el Banco de España no lo facilitaba.

--¿Y con la intervención?

--Vamos a ver qué pasa. Se han cambiado los gestores y se va a ir a un procedimiento de subasta. Vamos a ver qué pasa, pero no se descarta nada.

--¿Por qué sigue sola Ibercaja?

--Porque podemos. Tenemos unos ratios que nos los permiten. Lo cierto es que nos vendría bien un tamaño mayor, siempre que no se pusiera en peligro la solvencia. Pocas entidades tienen la solidez que tiene esta caja.

--¿Cuál es la mejor vía para el crecimiento de Ibercaja?

--Si el nivel de capital para la legislación actual es suficiente, no tiene sentido la entrada de más accionistas y la ampliación de capital. Si se hace lo mismo con más capital tienes que repartir el beneficio entre más gente y parte de ese beneficio no iría a la Obra Social. O cambian los requisitos de solvencia de una manera importante o sale una operación corporativa que veamos conveniente. Con una de esas dos situaciones podríamos ampliar capital y se vería la posibilidad y salir a bolsa. Con todo, ahora es el peor momento para salir a bolsa de la historia. ¿A qué precio ha salido Bankia o Cívica? No decimos que no saldremos a bolsa, pero todo dependerá del cómo y del cuándo. En estos momentos, ni prevemos salir a bolsa.

--¿Ha salido penalizada Ibercaja en este proceso de reestructuración?

--Hombre, por ejemplo, en los test de estrés hemos salido menos guapos de lo que somos. No se ha tenido en cuenta el nivel de morosidad en esos test y se ha penalizado a España porque no se han contabilizado las provisiones genéricas. Además, de más de 90 entidades examinadas, más de 25 son españolas. Es un ejercicio de transparencia, pero no podemos comparar la salud del sistema alemán con la del español, porque no ha habido las mismas entidades presentadas de uno y otro país. No es homologable.

--A la gente le parece muy extraño que no acudan al test bancos de Grecia, Irlanda u otros países.

--Claro. Además, en los test de estrés tampoco se ha tenido en cuenta la exposición de los bancos a las deudas de algunos Estados, porque hubiera obligado a hacer una quita. España, por ejemplo, tiene muy poco en deuda griega.

--Entonces, ¿cuál es el objetivo de estas pruebas?

--Digamos que se han hecho por el bien común. Nosotros hemos sorteado la crisis a pleno pulmón, sin ayudas públicas. Si profundizas en los test de estrés y quitas las ayudas del FROB, la realidad es distinta. Para sacar una mejor foto del colectivo ha habido que buscar unos parámetros que, si no se profundiza en ellos, puede llevar a engaño.

--Todos estos movimientos eran imprevisibles hace solo dos años.

--A partir de ahora habrá algunas cajas que seguiremos siendo cajas, aunque nos hayamos constituido en bancos, y otras desaparecerán o se convertirán en Fundación. Nosotros estamos navegando a través de la tormenta con éxito. Hemos conservado la solvencia, la liquidez...pero no hay que olvidarse nuestra razón de ser: la función financiera y social. El paso de la creación del banco no tiene por qué perjudicar a la Obra Social, sino todo lo contrario. Si no nos constituyéramos en banco no tendríamos acceso a los mercados, lo que encarecería la financiación y dificultaría la competitividad, por lo que ganaríamos menos dinero y dotaríamos menos a la Obra Social. Si el banco es propiedad al 100% de la caja, no lo tiene que notar ni la Obra Social, ni los clientes, ni nadie.

--Durante este tiempo de fusiones, ¿ha habido alguna opción especialmente tentadora?

--Tentadoras han sido todas, porque si no no las hubiésemos estudiado. Pero no llegas al final, porque te desilusionas o porque ves que se puede poner en riesgo la entidad.

--¿Por qué fracasó el intento de fusión o de absorción con CAI?

--Bueno, ahí no hubo ningún intento de fusión. Yo personalmente le propuse a la CAI si veían interesante estudiar una posibilidad de fusión, porque consideramos que era necesario estudiar esa opción, y ellos nos dijeron que no lo veían.

--¿Cómo valora el papel del Banco de España y del Gobierno en este proceso?

--A mí me hubiera gustado un poco más de rapidez. Ahora las cosas se están haciendo mejor, pero las medidas que se han tomado ahora se podían haber adoptado hace uno o dos años.

--¿Cree que ha habido descoordinación entre el regulador y el Gobierno?

--Sí, en algunos temas ha podido haberla.

--¿Considera que no se hubiera llegado a la situación actual si se hubieran intervenido entidades como Caja Castilla-La Mancha o CAM?

--Creo que, si las medidas que están tomando ahora se hubieran aplicado antes, hubiera sido mejor.

--¿Qué papel ha jugado la CECA?

--Ha intentado aglutinar, pero ahora es muy difícil, porque las cajas somos muy diferentes. Creo que estamos en un proceso de refundación de un modelo, pero no podemos olvidar nuestros orígenes, aunque tenemos que jugar en un terreno de juego distinto y con unas armas distintas. No somos iguales que un banco, siempre hemos sido distintos.

--Usted es un ferviente defensor de las cajas. ¿Eso le privó de la presidencia de la CECA?

--No me gusta mirar hacia atrás, sino adelante. Ahí está lo que pasó, nada más. Eso es historia y punto.

--¿Es partidario de que los políticos se mantengan en las cajas? --El que se siente en el consejo de una entidad debe defender los intereses de esa entidad y no los particulares o de partido. En esta casa, los políticos que se han sentado en el consejo han defendido el interés de la caja.

--¿Cree en los mercados?

--Creo en los mercados, pero no creo que lo arreglen todo. Deben tener sus limitaciones y alguien tiene que controlarlos, porque si seguimos por ese camino el único objetivo ya no es que una empresa obtenga un beneficio, sino que el gestor obtenga un beneficio, incluso a costa del accionista. Libertad de mercado sí, pero con control.

--¿Qué opinión tiene de las agencias de calificación?

--Evidentemente no son independientes y el hecho de que haya tres es ya un oligopolio. Además, son todas americanas, lo que no es bueno. El drama es que las necesitamos, porque hay que fiarse de algo y hoy solo están las agencias de rating. Habrá que meter mano al tema de alguna manera. Es importante que se les pida responsabilidades, que se justifique adecuadamente la calificación y deberían crearse agencias europeas.

--¿Cómo repercute una prima de riesgo de 300 puntos en una entidad como Ibercaja?

--Nos financiamos con el ahorro (depósitos) o a través de emisiones (células, bonos), lo que nos obliga a acudir a los mercados. Si el Estado ya tiene que pagar un interés del 6% a 10 años, una entidad deberá pagar un interés superior. El dinero que se consigue al 7-8% no lo podemos ofrecer a un interés menor, porque entonces perderíamos dinero. Ese es el drama.