--¿Cómo se puede mantener la solvencia de Ibercaja en una coyuntura tan adversa?

--Tenemos esa solvencia porque hemos sido hormigas más que cigarras, volcando a reservas gran parte de los beneficios. Además, hemos huído del cortoplacismo y de unas ganancias del 40%. Supimos prever el estallido de la burbuja con dos años de antelación, lo que nos ha permitido mantener un balance bastante más diversificado que el resto de las entidades. Ello no significa que no nos haya afectado la crisis. Pero, sin FROB, sin acudir al BCE para obtener liquidez, con un nivel de morosidad un 40% inferior de media sobre el resto de entidades financieras, hemos conseguido una solvencia del 10% a pleno pulmón.

--¿Ibercaja desinvertirá para ganar solvencia?

--Hemos mantenido el nivel de solvencia, no solo sin FROB sino manteniendo intacto el grupo financiero. Nosotros seguimos sin cortar el jamón, aunque hay entidades que han vendido activos. De momento, no hemos necesitado desinvertir. Nuestro grupo industrial es pequeño (Aramón, Plaza...), eminentemente regional.

--¿Y eso ha supuesto algún agujero inesperado?

--No, agujero no. Ha supuesto sacrificio. Cuando invertimos en este tipo de temas lo hacemos sabiendo que estamos dispuestos a sacrificar rendimiento, porque hay alternativas de inversión mucho más rentables pero no crean riqueza en Aragón. Ahora bien, lo que no estamos dipuestos es a meter dinero en un pozo sin fondo. Si hubiéramos sido banco, lo hubiéramos metido en deuda pública y fíjese si hubiéramos ganado dinero. Con este tipo de inversiones regionales confiamos en el largo plazo y que algo de dinero dará.

--Ibercaja no está tan a gusto en Plaza como en Aramón, ¿no?

--No, no es eso. Creo que Plaza fue una apuesta y es muy importante para esta tierra, pero se ha visto mucho más afectada por la crisis que Aramón.

--¿Hay previsto algún cierre o prejubilaciones?

--Algún cierre de oficinas sí, porque las que se abrieron hace unos años se pusieron en marcha en un entorno económico totalmente distinto. Este año se habrán cerrado 12 ó 14, y el próximo año puede ser algo más. No prevemos prejubilaciones.

--¿Quién es el culpable de la actual crisis?

--La culpa de la crisis la tenemos un poco todos; algunos más que otros, pero viene de unas decisiones que toman personas, en función de una escala de valores que tienen esas personas. Lo que ha fallado aquí es la escala de valores. Hemos de recuperar el sentido de la responsabilidad, de la solidaridad, huir del cortoplacismo. Si se actúa en función de otra escala de valores puede venir lo que ha venido.

--Es un poco lo que reclama el 15-M, ¿no cree?

--El 15-M puro tiene algo de utopía, pero indudablemente tiene también un fondo de verdad. El gran fallo de ese movimiento es que dice qué es lo que no hay que hacer, pero no presenta alternativas. Al final, el 15-M responde a un hartazgo de la sociedad.

--¿Cuándo se recuperará la economía?

--Yo querría pensar que estamos tocando fondo en estos momentos. Ahora, la recuperación va a ser muy lenta, principalmente en términos de empleo. Encontrar una alternativa para la construcción va a ser muy difícil.

--¿Cambiaría la situación económica con otro Gobierno?

--Una de las cosas que se echa en falta en este país es que se tienen que poner de acuerdo en tres o cuatro cosas los dos grandes partidos, los empresarios y los sindicatos, y también los gobiernos centrales y las autonomías. Si eso fuera posible, la crisis se solucionaría mucho antes de lo que se va a arreglar.

--¿Qué opina del impuesto a la banca propuesto por Rubalcaba?

--Es un impuesto para la gran banca, con riesgo sistémico. Si a una entidad pequeña se le puede dejar caer y a una grande no, quizá eso justificaría el impuesto, pero habría que matizar muchísimo. Lo cierto es que se han cometido excesos en la banca y se procura que no se vuelvan a repetir, por lo que se buscan paraguas que preserven los ahorros de los ciudadanos. Si ese paraguas es un impuesto sobre la banca con riesgo sistémico puede ser algo interesante, pero habría que concretar muchísimo. Además, dudo mucho de que se pongan de acuerdo en ese tema.

--El debate de los salarios de la banca ha saltado a los medios de comunicación ¿Cómo ve estas desproporcionadas sumas de dinero?

--Aquí somos modestos, modestos, modestos en los salarios del equipo directivo. La constitución del banco no supone ni un euro más de subida salarial a nadie. Una de las causas de la crisis ha sido el ponderar los salarios en función de la evolución de una acción, las famosas estoc options. Eso indujo, por parte de los gestores, a un cortoplacismo, a cualquier coste e indujo a prácticas no éticas. Creo que primero debe haber transparencia individualizada.

--¿La demanda de crédito de las empresas se mantiene?

--Ha bajado muchísimo, desgraciadamente. Además, el tema del consumo está muy penalizado. Nosotros no negamos créditos por falta de liquidez, aunque los proyectos se miran con una lupa de más aumento. Pero no hay casi peticiones porque las empresas lo están pasando mal.