El Gobierno italiano aprobó el 12 de agosto un nuevo plan de ajuste presupuestario de cerca de 45.500 millones de euros del que destacaron nuevas medidas para aumentar los impuestos a ciudadanos con las rentas más altas, un objetivo similar al que tendría la recuperación del impuesto del patrimonio.

El plan italiano prevé que las rentas superiores a los 90.000 euros anuales brutos pagarán un 5% más por la cuota que exceda de ese importe y un 10% para las que superen los 150.000 euros brutos anuales. Además, los trabajadores autónomos que coticen un IRPF del 41%, y por lo tanto superior a los 55.000 euros brutos anuales, pagarán un porcentaje más alto de impuestos, todavía por fijar. Las rentas financieras pagarán un 20% de impuestos (actualmente el 12,5%).

Mientras, el Gobierno francés está estudiando implantar una nueva tasa sobre los mayores sueldos.