El consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja, defendió ayer que la reforma del gas por el Gobierno, tiene como objetivo que el coste de la energía sea más barato, algo que "se va a conseguir" y que "notarán los consumidores", afirmó.

La nueva regulación con la que el Gobierno busca atajar el déficit de tarifa del sector gasista podría hacer mella en las cuentas de las compañías. Al respecto, Oreja dijo que dicha reforma permitirá a las empresas ser "corresponsables con el déficit", que "era un problema del sistema gasista". Y añadió que las empresas han asumido la parte que le correspondía y que ahora "se tiene que ser cada vez más eficiente".