La crisis de los suministros quienes más la han sufrido han sido los trabajadores. Obligados a una actividad discontinua por los muchos parones de la producción, al final se han visto abogados al despido. Carlos Mateo, de 21 años, llevaba siete meses en la planta de Figueruelas y aseguró que se encontraba «fastidiado», porque había cuajado «muy buena relación con los compañeros» y estaba «contento» con su trabajo. «Ha sido triste, estaba muy contento con el empleo y no me lo esperaba. Ahora estamos esperando a ver si mejora la crisis de los suministros y a ver si los sindicatos mayoritarios consiguen llegar a acuerdos», expresó, por otro lado, Nelson Octavio, otro de los empleados afectados por el erte de Stellantis.

Mateo reconoció que los últimos días y meses se habían vivido «con mucha incertidumbre, con mucha inseguridad». «Los domingos no íbamos a trabajar, el lunes volvíamos y luego volvíamos a parar los miércoles y los jueves. Así muchas semanas. No sabías cuándo ir a trabajar, y luego también avisaban a última hora de que había que trabajar». Un caos, reflejado en las palabras de este joven trabajador.

«Hemos estado bastantes días sin trabajar, nos iban avisando conforme había componentes. Pero estábamos a la espera de ver si podía mejorar. Yo no lo esperaba (el erte), de hecho confiaba en que nos renovaran», lamentó Octavio, haciendo referencia al sentimiento del resto de sus compañeros, que están «a la espera de que acabe la crisis y ver si podemos volver a entrar».

En este sentido, la otra cara de la moneda la manifiesta el joven Carlos Mateo, que tenía claro que el reajuste laboral «se veía venir». «Sí que no esperábamos llegar a esta situación, que si no se podía llegar a un acuerdo entre la empresa y los sindicatos, se tenía que cerrar una línea. Pero no creíamos que se llegara a tal punto de que nos metieran a un erte», apostilló Mateo.

Así como para este joven, para sus compañeros también fue un jarro de agua fría, porque también estaban «contentos» con su trabajo, si bien alude a que su contrato de obras y servicios con el que iban al 65% y no trabajaban «como un contrato eventual». Sin margen de maniobra, «la empresa nos mandó un comunicado diciendo que los trabajadores que estábamos con contratos de obras y servicios, a partir del 28 de abril, ya no íbamos a formar parte de la empresa», asevera Mateo, confirmando, de la misma manera, que tanto él como el resto de empleados en su misma situación se han visto «abocados al despido». «A nosotros no nos han dado otra opción», apuntó Carlos sobre esta decisión irrevocable.