Geoalcali, empresa española creada a partir de capital nacional e internacional y dedicada al desarrollo y explotación de la minería de potasa, opta como finalista al premio ADEA en la categoría grandes proyectos. Ignacio Salazar, director general de la compañía, explica los detalles del proyecto de Geoalcali, la Mina Muga, así como los valores que guían el trabajo de la empresa.
¿Qué es Mina Muga, y qué lo convierte en un gran proyecto?
Con una inversión de 600 millones de euros, Muga va a generar 1.000 puestos de trabajo en construcción y 800 empleos directos (e innumerables indirectos) en operación con una producción plena de 1 millón de toneladas al año de potasa.
Los recursos minerales definidos ya estiman una vida de la mina de más de 25 años con un potencial de crecimiento que puede duplicar o triplicar esta cifra, vaticinando un proyecto multigeneracional en lo que será la primera mina de potasa del mundo que no dejará residuos en superficie.
El yacimiento está de hecho ubicado en una de las zonas con más riesgo de despoblación de España. Y por su naturaleza, ésta es una actividad que no puede deslocalizarse y que genera oportunidades de desarrollo, crecimiento y generación de riqueza enormes para la zona.
Hasta la fecha, el proyecto Muga ya da empleo a 40 personas y ha invertido 80 millones de euros para analizar la viabilidad del mismo. Muga ha superado un proceso de análisis rigurosísimo por parte de las administraciones competentes para determinar su viabilidad medioambiental, económica y técnica.
El 1 de julio obtuvieron el permiso de explotación de su proyecto Mina Muga ¿para cuándo prevén que se empiece a trabajar?
Estamos ahora mismo preparando la construcción. Estamos listos con la ingeniería de detalle y los acuerdos de venta y de logística con los puertos de Bilbao y Pasajes. Estamos terminando la contratación del equipo de la Planta de procesamiento y trabajando en conseguir las licencias municipales de Sangüesa y Undués de Lerda para poder empezar la obra. Con toda esta preparación culminada, procederemos a conseguir la financiación del proyecto y el apoyo de los accionistas, tomar la decisión de inversión y avanzar con la construcción. Nuestro objetivo es iniciar las obras el primer trimestre de 2022, pero para eso necesitamos el apoyo de todos para evitar retrasos. Queremos estar en producción en el año 2024.
¿Se han cansado ya de decir a los reticentes que la mina será segura, que cumple todos los parámetros medioambientales, que los residuos se quedarán bajo tierra, que no se generarán vertidos de aguas industriales?
Aceptamos y agradecemos cualquier tipo de crítica o sugerencia de mejora, que sea hecha de buena fe. Siempre hemos tenido y vamos a tener una política de puertas abiertas y, dado que vamos a estar en la zona por décadas, y de aquí no nos vamos a mover como otras empresas pueden hacer, somos los primeros interesados en que las cosas se hagan como corresponde desde el principio.
Las reticencias hechas con mala fe o con agendas particulares ajenas al proyecto o ajenas al bien público son otro tema. Pero la mayoría de la gente ya lo sabe.
Sobre el mercado actual de la potasa ¿hay demanda?
Los estudios apuntan a un crecimiento sólido de la demanda mundial de potasa en los próximos años. Esto es debido a la situación que atraviesa la industria alimentaria, situada bajo la presión del aumento de la población y la reducción de la superficie cultivable. Los agricultores tienen que cultivar más con menos tierra, y los fertilizantes son el único medio para hacerlo. Europa es deficitaria e importa potasa. Dicho esto, tampoco hay lugar para la complacencia. Nuestro proyecto Muga compite con otros en el mundo por atraer capital, tecnología y recursos. Para ello, tenemos que demostrar, tanto la empresa como las administraciones y los empleados y proveedores, profesionalidad, eficiencia y desempeño.
Sobre su enfoque en materia de sostenibilidad ¿que nos puede destacar?
En primer lugar, Muga es una mina residuos cero, la primera del mundo con estas características. Además, hablamos de unas operaciones que integran los parámetros de la economía circular, por ejemplo, en la gestión del agua, no hay vertidos y el agua se reprocesa. Otro aspecto, también es que el residuo generado se comercializa, es decir que reintroducimos en la economía un desecho, que en nuestro caso es sal (de deshielo y sal vacuum).
En cuanto a la parte social, estamos trabajando en un Plan de Comunidad Muga dentro de nuestra estrategia de sostenibilidad. Este plan incluye iniciativas encaminadas a potenciar el desarrollo social y participación de toda la comunidad. Este plan surge del Estudio de Línea de Base Social del Gobierno de Navarra, entendemos que para Aragón sería de gran interés disponer de un análisis similar.
Espero que las comunidades de la zona de la mina en Navarra y Aragón en general, sean nuestros principales aliados en este gran emprendimiento, de hecho así lo hemos estado viendo en nuestras recientes jornadas informativas a proveedores de la zona, donde hemos recibido a más de 200 emprendedores que tienen interés a sumarse a este gran proyecto.
