Elon Musk ha ofrecido seguir adelante con la compra de Twitter para evitar ir a juicio y poner así fin a uno de los mayores culebrones recientes de la industria tecnológica. Tras meses de disputas y acusaciones cruzadas, el magnate tecnológico habría dado marcha atrás al informar a la red social de su intención de mantener el acuerdo sellado el pasado abril y cerrar su adquisición por 44.000 millones de dólares (unos 41.000 millones de euros). La red social ha respondido que acepta la oferta y lo ha comunicado a la SEC, el regulador de la bolsa estadounidense.

Según ha avanzado 'Bloomberg' citando a personas familiarizadas con la conversación y han confirmado otros medios estadounidenses, el hombre más rico del mundo mandó una carta con su propuesta a la directiva de la plataforma durante la noche del lunes, una opción que aún está siendo estudiada. El precio inicial de la venta de Twitter se acordó en 54,20 dólares por acción, una cifra muy superior al valor actual de la red social.

Batalla legal

Poco después de cerrar ese acuerdo de compra en abril, Musk empezó a acusar a Twitter de mentir en referencia al número de cuentas falsas que operan dentro de la plataforma. Tras casi dos meses de especulaciones, el controvertido empresario —líder de compañías como Tesla SpaceX— declaró en julio que ya no quería completar la adquisición a la que se había comprometido por escrito. La directiva de la red social denunció entonces a Musk por incumplir con lo pactado y para forzarlo a rectificar. Por el camino, la valoración de la compañía se ha desplomado, mermando la confianza de sus empleados y generando un clima de nervios e incertidumbre.

El esperado juicio entre Twitter y Musk está fijado para el 17 de octubre, dentro de menos de dos semanas. La red social aseguró que los argumentos de Musk sobre el 'spam' eran "cortinas de humo" para dar marcha atrás y tratar de corregir una operación que podría haber cerrado por un precio más bajo. Aún así, el exjefe de seguridad de la compañía denunció en julio que Twitter "mintió" a los reguladores sobre sus problemas de seguridad y sobre el número real de cuentas automatizadas (o 'bots'), apoyando así las tesis de Musk.

De ser aceptada, la rectificación de Musk le permitiría esquivar un proceso largo y costoso cuya resolución es una incógnita. Por otro lado, los medios estadounidenses señalan que la oferta de compra podría ser una táctica de negociación del magnate para detener el litigio.

La noticia ha sido recibida con euforia en los mercados. Las acciones de Twitter se han disparado un 12,67% tras conocer la rectificación de Musk. La compañía ha suspendido temporalmente su cotización en bolsa a la espera de que pueda cerrarse un acuerdo que supondría una clara victoria para la red social, pues además de lograr su objetivo inicial —ratificado por sus accionistas— eso le permitiría poner fin a su crisis interna.

Antes de abrir este culebrón empresarial al rechazar el acuerdo de compra, Musk prometió a los inversores de Twitter que para 2025 podría lograr 500 millones de usuarios diarios e ingresos de 13.200 millones de dólares, cifras muy lejos de los 5.077 millones ingresados el año pasado. Se ha especulado con que un Twitter bajo control de Musk lleve a limitar la moderación de contenidos, abrir los algoritmos e incluso a permitir el regreso a la plataforma del expresidente estadounidense Donald Trump.