Vueling anima a la Generalitat a impulsar plantas de combustible sostenible en Cataluña

La ampliación de los aeropuertos (el de El Prat-Barcelona es el ejemplo más controvertido) o la reducción de la actividad de los mismos (con el debate abierto en Schipol, Amsterdam) está en la agenda pública. La crisis climática ha tensado las posiciones y, mientras hay quienes optan por el crecimiento cero o la reorganización de las rutas, otros buscan las formas de hacer más sostenible.

El combustible sostenible para la aviación (Sustainable Aviation Fuel, SAF, por sus siglas en inglés) es una alternativa al fósil, que se apunta como una manera efectiva de descarbonizar el transporte aéreo. Además, según apunta el informe de PwC hecho público este martes por encargo de Vueling, se puede convertir en una oportunidad de industrialización para Cataluña, con la construcción de las plantas que elaboren ese producto. La aerolínea ha instado al Govern a impulsar estas instalaciones, ya sea con ayudas o bien facilitando los trámites burocráticos.

Hasta huesos de aceituna

El presidente y director ejecutivo de la companía aérea, Marco Sansavini, ha destacado que han querido hacer la presentación en la ciudad en la que iniciaron la actividad “con dos aviones y cuatro rutas” y ahora transportan “a 30 millones de personas” en un holding internacional. Ha recordado que fue una de las empresas comprometidas con el medioambiente, más allá de los criterios marcados por la UE.

“Queremos reducir la huella de carbono de la aviación y eso no debe ser a costa de la reducción de la actividad sino de los cambios en el combustible”, ha defendido. Elegir rutas que reduzcan los recorridos es otra vía. Sansavini ha enarbolado los combustibles sostenibles como la solución, ya que se consiguen gracias a restos de árboles, de comida, “hasta de huesos de aceituna”.

Sin cambios en los aviones

Los combustibles sintéticos será el siguiente paso, que sí lograrán una reducción del 100%. Además, todos estos combustibles no necesitan cambios en los aviones, se pueden aplicar en los aparatos que ya existen. “Y si es tan positivo, ¿porqué no se usa ya?”, se ha preguntado el responsable de la aerolínea. “Es escaso todavía y muy caro, con un coste de entre tres y cinco veces más que el combustible fósil”, ha respondido.

El desarrollo de la industria, con un gran excedente de residuos forestales y orgánicos en Catalunya, es la clave. Sansavini ha subrayado que la carrera internacional ya ha comenzado y por eso ha invitado a la administración catalana a crear el marco legal necesario, la financiación y los procesos administrativos suficientemente ágiles para poderlo llevar a cabo.

"Ni un euro en Cataluña"

Con IAG “se están asegurando las inversiones” pero no hay “ni un euro” en Cataluña, “el SAF va a estar seguro: si no lo hacemos nosotros lo harán los americanos e ingleses”, ha insistido Sansavini. Todas las empresas energéticas del mundo están desarrollando planes para hacer SAF pero la duda es dónde se harán, en qué plantas. “No hay legislación, mapa de financiación ni facilidades administrativas para llevarlas a cabo”, se ha quejado. 

La directora de Estrategia económica de PwC en Catalunya, Anna Merino, ha revelado que han tardado unos tres meses en elaborar el informe y lo han hecho para Vueling. “Catalunya es un ‘hub’ de pasajeros del sur de Europa y El Prat es un motor para la economía, no se puede dar la espalda”, ha afirmado.

La solución a la descarbonización

Merino ha recordado que el contexto europeo marca que para lograr las emisiones cero en 2050 hay que seguir una serie de pasos. Los vuelos de larga distancia son los que generan más emisiones y, aunque se puedan aplicar medidas de eficiencia en las rutas, el SAF sería la gran ayuda para reducirlas, “sería la palanca más efectiva posible, con un peso del 61% sobre el total de las reducciones en el 2050”, ha defendido la experta.

“El SAF es la solución a la descarbonización del sector aéreo a corto y medio plazo”, ha reivindicado Merino, para después explicar que se trata de un combustible que se hace con biomasa, aceites vegetales, hidrógeno, residuos agrícolas, CO2, etc., que se procesa y refina y se mezcla con otros componentes para acabar convirtiéndose en ese combustible sostenible. Hay hasta cuatro tipos diferentes de SAF, con distintos grados de madurez en su desarrollo.

Residuos disponibles

Cataluña tiene disponibilidad de residuos, que PwC calcula que alcanzan los 2,9 millones de toneladas aptas para SAF, lo que permitiría construir entre tres y cuatro plantas para fabricarlo, siguiendo “la voluntad de la Generalitat de apostar por las energías renovables”, ha descrito Merino.

La primera de esas plantas se podría empezar a levantar en 2025 y se tardarían cinco años en acabarla, con lo que se generarían puestos de trabajo. Según PwC, el impacto directo, indirecto e inducido entre las cuatro plantas (tanto en la fase de construcción como en la operación) sería de 10.640 millones de euros, con 41.619 empleos. Cada planta puede costar unos 1.000 millones de euros. “Estamos creando una nueva industria”, ha concluido entusiasta la responsable de la auditoría.

Colaboración público privada

El socio de PwC Ignacio Marull ha recordado que la aviación “solo” emite entre el 2% y el 3% de las emisiones globales. Se trata de un sector en crecimiento y que, efectivamente, tiene el propósito de reducirlas y, si al mismo tiempo, se consigue reaprovechar los residuos. “Es una gran oportunidad que precisa la colaboración público privada, también con los fondos europeos”, ha asegurado. 

El secretario general de Foment del Treball, David Tornos, ha sustituido a Josep Sánchez-Llibre que “por motivos laborales” no ha asistido al acto, que se consideraba el inicio del curso en la patronal, ha explicado el responsable de la patronal. “Siempre hemos valorado la sostenibilidad de Vueling”, ha asegurado Tornos.