Desde que la pandemia interrumpió sus vidas, tanto Paco como Martina han tenido que acostumbrarse a las nuevas rutinas y muchas de ellas consisten en luchar contra la covid desde el salón. Los abrazos han dado paso a las videollamadas y aunque por precaución, ya que la salud del abuelo es delicada y tiene que quedarse en casa, Martina y Paco no pueden disfrutar de las tardes juntos como solían hacer, conversan un ratito cada día y se cuentan las cosas que les han ocurrido a lo largo de la jornada.

"Hoy, la profe nos ha enseñado en qué consiste la metamorfosis", cuenta Martina, "¿y tú qué, yayo?". "Yo nada, cariño, los mayores ya no aprendemos". Detrás de Martina aparece Blanca, la primogénita de Paco, para preguntarle si todo va bien y si necesita que le lleve alguna cosa. "Nada hija, que ya sé que mañana estarás muy ocupada".

Después de una cariñosa despedida, Paco se lanza a la estantería dispuesto a devorar un buen libro. "¡Pero si ya me los he leído todos!", se dice, decepcionado. Mientras regresa a su butaca con las manos vacías, recuerda lo que minutos antes en su videoconferencia le había estado contando su nieta Martina sobre cómo se maneja con internet: "Ya verás qué fácil, yayo, solo tienes que añadirlo al carrito, darle al botón ‘realizar la compra’ y en nada lo tienes en casa", y animado por ella, escribe en Google ‘cómo comprar un libro por internet en Zaragoza’.

Rápidamente, el buscador devuelve una gran cantidad de respuestas: Librería Roma, Cervantes, Lecturas Hermanos Gómez... ¡pero si hasta el librero de su barrio ofrece sus productos a través de la web! La última novela policíaca, un ensayo ganador de varios premios, la antología poética de su escritor favorito... "Ahora solo tengo que pinchar en el carrito y darle al botón de comprar", se recuerda.

Al día siguiente, a las ocho, como todas las tardes desde marzo, Paco enciende el ordenador para esperar la llamada de Martina. "Hola, abuelo, en el cole nos han enseñado la importancia del reciclaje. ¿Tú hoy tampoco has aprendido nada?". "Ayer me equivoqué, cariño, los mayores podemos seguir aprendiendo y has sido tú la que me lo ha enseñado", le contesta a su nieta.