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FORO DE MUNICIPALISMO

Energías verdes, movilidad y mayor autoconsumo, marcan el camino de la sostenibilidad

Los alcaldes de Borja, Caspe, La Muela y Pinseque compartieron sus experiencias y proyectos para hacer

de sus localidades entornos más sostenibles

Energías verdes, movilidad y mayor autoconsumo, marcan el camino de la sostenibilidadEL PERIÓDICO

Desde la creación en 2015 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, la sostenibilidad ha pasado a formar parte de la agenda política a todos los niveles, y a estar presente en casi todas las decisiones que se toman desde las administraciones y, por tanto, también desde los ayuntamientos. Además, ha traído nuevos retos y oportunidades en localidades zaragozanas como Borja, Caspe, Pinseque, o La Muela, cuya alcaldesa y alcaldes fueron los protagonistas de la mesa sobre sostenibilidad, moderada por el periodista Jorge Heras.

En Pinseque cuentan con varios ejemplos de acciones y proyectos que han llevado a cabo desde la localidad a favor de la sostenibilidad. Su compromiso comenzó en 2018 con la firma de un compromiso junto con varias administraciones para aplicar «un estándar sostenible a la hora de construir los nuevos edificios municipales y los nuevos equipamientos», según comentó su edil, José Ignacio Andrés (PSOE). A este tipo de edificaciones se les conoce como «construcciones de consumo casi nulo», puesto que suponen un ahorro de energía de casi el 75%.

Todos coincidieron en la necesidad de fomentar las renovables.

Al hablar de sostenibilidad es imposible no pensar en La Muela, bien conocida por sus parques eólicos y, tal y como afirmó Adrián Tello (CHA), su alcalde, «a partir de ahora también por sus plantas fotovoltaicas». Los ingresos verdes que surgen de esta actividad, además, «permiten al ayuntamiento afrontar una serie de obras como puede ser poner una red de vertido y saneamiento, que La Muela no tenía en 800 viviendas», o un «andador que se está terminando para conectar las urbanizaciones con el casco urbano».

Por su parte, Caspe a día de hoy no cuenta con parques de energías renovables, aunque les han «comenzado a visitar empresas con la intención de poderse instalar», como explicó su regidora, Pilar Mustieles (PSOE). En su caso, se ha trabajado, por un lado, en «optimizar recursos con el cambio de alumbrado público, que además irá en beneficio de la seguridad ciudadana»; y por otro, a construir una nueva potabilizadora conscientes de las deficiencias que presentaba el agua de boca que ha llevado a que, según la alcaldesa, «casi todo el mundo en Caspe beba agua embotellada». También quieren impulsar otra iniciativa, para la que han recurrido a los Fondos Europeos, para recuperar un tramo del río Guadalope por el que ahora van «diferentes aguas residuales».

José Ignacio Andrés, alcalde de Pinseque.

Eduardo Arilla (PSOE), alcalde de Borja, utilizó este coloquio para hablar de su proyecto Borja más sostenible, que nació en 2019 «fruto de un ingreso extraordinario gracias a las energías renovables que llegó a superar los dos millones de euros». Borja, tras eliminarse algunas normas fiscales, decidió apostar por «reinvertir en medioambiente ese ingreso», dividiéndolo por un lado en proyectos de formación para escolares a través, sobre todo, de la creación de un «cubo ambiental», que era «un contenedor marítimo transformado en un aula verde» , y la inversión en equipamientos verdes como pueden ser los que permitirán que los «edificios municipales tengan cero emisiones».

Experiencias

La Muela inauguró en 1987 su primer parque eólico de forma un poco experimental, ya que en su momento, según Tello, se consideró «una cosa un poco estrambótica que se hacía más por quedar bien que porque fuera algo que pudiera implantarse». Sin embargo, esto dio pie al cambio y en la actualidad cuenta con «más de 350 aerogeneradores instalados, dos plantas fotovoltaicas y una previsión de otras tres, además de otros proyectos planteados, entre plantas híbridas, solares y fotovoltaicas». Todo ello supone para La Muela unos ingresos anuales de «más de 750.000 euros», y con los proyectos que van a venir «podrían llegar al millón de euros».

En el caso de Borja, en el año 1994 comenzaron con la creación de distintos parques, que supusieron la llegada de unos 102 megavatios al municipio. Desde hace un par de años, la implantación de tres parques nuevos eólicos, dos de ellos compartidos con localidades cercanas, supuso tener en torno a 41 megavatios más en Borja, siendo el parque que ahora mismo genera más recursos el de Puylobo.

Adrián Tello, alcalde de La Muela.

Según indicó Eduardo Arilla, citando a su concejal de Sostenibilidad, «nuestro oro es el viento», puesto que «la zona eólica que colinda con Navarra y con la zona del Moncayo es una de las de mayor viento». Para el edil, se puede estar en contra de los parques eólicos por el impacto visual que suponen, pero que hay que aprender a transmitir a los ciudadanos que «lo importante es que gracias a ellos hay menos centrales nucleares, y que nuestra comunidad está siendo líder en producción eólica e ingresos».

Los asistentes tomaron nota de las iniciativas expuestas.

Pilar Mustieles apuntilló esta afirmación, considerando que no solo es necesario transmitir sino también «escuchar a tu municipio». En el caso de Caspe, sus vecinos se debaten entre aquellos que, «con zonas más de secano, no tienen problema en tener molinos en su casa», y los que, aprovechando las zonas de regadío con las que cuentan, están «pidiendo que las respetemos, porque esos riegos lo que consiguen es que haya un asentamiento de la población».

Pinseque, quiso centrarse en la fotovoltaica en la localidad que, según su regidor, «es poca, pero muy significativa». Su término municipal es limitado, por lo que el espacio no facilita este tipo de implantaciones. «Sin embargo tenemos una propuesta para hacer una implantación de fotovoltaica en una zona de prado», explicó.

Pilar Mustieles, alcaldesa de Caspe.

«Tenemos que valorar el impacto ambiental que este tipo de plantas pueden tener en nuestro municipio», ya que esa zona se encuentra en un «manantial que va recogiendo las aguas de la huerta de Pinseque». Por ahora, lo que se va a hacer es instalar «placas solares en el tejado del ayuntamiento y vamos a aprovechar la energía que ahí se produzca para la instalación de un punto de carga de vehículos eléctricos», puesto que «apostamos por evolucionar hacia una movilidad más verde y sostenible, que no dependa de combustibles más perjudiciales para el medioambiente».

Movilidad y autoconsumo

En el tema del vehículo eléctrico, los ayuntamientos también tiene mucho que decir. En Borja cuentan desde hace dos años con un punto de recarga público, «para que cualquier vehículo eléctrico pueda recargar el depósito», según explicó Arilla, quien considera que estos puntos públicos «pueden convivir con las empresas privadas, además de ser una manera de fomentar la adquisición de estos vehículos». Además, la localidad dispone de placas fotovoltaicas de autoconsumo, aunque para el regidor su gestión «es uno de los problemas que tenemos en España que ojalá se pueda corregir», ya que los ayuntamientos cuentan con un límite para poder vender la energía sobrante, por lo que se dieron cuenta de que «poner más placas no significaba más ahorro ni iba a reportar más beneficio». Por ello, instó a que se de más libertad a los ayuntamientos «sobre todo para conseguir las cero emisiones».

Eduardo Arilla, alcalde de Borja.

Por su parte, Caspe instaló su primer cargador eléctrico hace siete años, «siendo casi el único de la comarca», según Mustieles. Ahora cuentan con tres cargadores, con posibilidad de instalar dos más. Además, están apostando por la «transformación de regadíos a través de la instalación de parques fotovoltaicos para autoconsumo, para toda esa energía que necesitan los bombeos», y cuentan con proyectos en sus instalaciones municipales «para instalar poco a poco placas fotovoltaicas de autoconsumo para optimizar ese gasto al municipio».

En el caso de La Muela, se ha adquirido una parcela de aparcamiento público por los problemas de movilidad que había, «ya que en el mismo casco urbano donde antes vivían 1.000 personas ahora viven más de 6.000», relató Adrián Tello. También han decidido apostar por el autoconsumo, «bonificando a las viviendas que instalaran placas solares en sus tejados», así como por la instalación de placas en edificios públicos, como «en los tejados del cuartel de la guardia civil y la piscina climatizada».

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