El presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, tiene la agenda muy apretada estas últimas semanas. Hace casi un par de meses, y coincidiendo con la proximidad de las elecciones del 20-N, comenzó una ronda de visitas por la mayoría de las comunidades autónomas para dar a conocer sus Cien propuestas para salir de la crisis. Ayer le tocó el turno a la capital aragonesa, donde Amor desgranó un recetario de medidas --rebaja del sistema de tributación por módulos para adaptarlo a la caída de la actividad, estímulos a la contratación o deducciones fiscales a los emprendedores-- que, como es bien sabido, se acerca bastante a los postulados del líder del PP, Mariano Rajoy.

Sin embargo, el presidente de ATA se cuidó mucho de pedir el voto para los populares y se limitó a decir que el mejor presidente será "el que elijan los españoles". Tampoco quiso opinar sobre quién salió vencedor del debate del martes, aunque subrayó que él vio "dos formas de querer hacer frente a la crisis: la de quien reconoce la realidad actual de la situación y le es mucho más fácil, una vez hecho el diagnóstico, poner las soluciones, y la de quien no la reconoce ni tampoco la quiere ver".

Amor solo abandonó su enigmático discurso al defender la propuesta de Rajoy de excluir a las microempresas de la negociación colectiva. En este punto, el representante de buena parte de los autónomos españoles abrazó la claridad y aplaudió sin miramientos la medida. "No es coherente que los trabajadores de una empresa como Opel se rijan por la misma regulación laboral que los del taller de motos de mi barrio", aseveró Amor, que incidió en demandar más flexibilidad para las micropymes.

Austeridad en el gasto

Preferencias políticas al margen, el presidente de ATA se mostró convencido de que la austeridad, el control presupuestario y la racionalización del gasto deben ser "objetivo prioritario" de las administraciones y, en este sentido, reclamó que el nuevo Gobierno sea "fuerte y coherente": "Lo que está claro es que tendrá que adoptar medidas rápidas contra la crisis, ya que no es momento de diseñar sino de actuar".

Entre el centenar de propuestas de la federación, Amor destacó la eliminación de las trabas burocráticas para la apertura de negocios, establecer deducciones fiscales y eximir a los emprendedores de las cotizaciones sociales durante los tres primeros años de actividad o combatir la economía sumergida. Asimismo, apostó por plantear estímulos a la contratación del primer trabajador, tal y como ha prometido Rajoy en las últimas semanas. "Si cada autónomo contratara a un trabajador la tasa de desempleo bajaría al 7%", señaló ayer Amor.

Como ya hizo en su última visita a Zaragoza el pasado 4 de octubre, el presidente de ATA volvió a criticar los altos índices de morosidad pública y recordó que más de 9.000 autónomos aragoneses han tenido que cerrar sus negocios en los últimos tres años debido a la demora en el cobro de las facturas contraídas con la DGA o con los ayuntamientos. En esta línea, apuntó que las administraciones aragonesas tienen pendientes de pago 130.000 facturas por valor de 510 millones de euros.

Por otra parte, Amor aprovechó su visita a Zaragoza para suscribir un convenio de integración en ATA de la Asociación Aragonesa de Cooperativas y Sociedades Laborales (ASES), un sector que cuenta en la comunidad con unas 1.500 empresas y cerca de 1.000 trabajadores autónomos.