La Unión Europea aprobó esta semana la nueva normativa sobre tratamiento de residuos nucleares, que endurecerá las condiciones para los depósitos de almacenaje y la obligación a los países comunitarios de publicar programas de tratamiento de desechos radiactivos.

Los gobiernos nacionales tendrán de plazo hasta 2015 para dar a conocer dónde instalarán los centros de tratamiento de desechos nucleares y en qué condiciones operarán. Actualmente muchos Estados miembros de la UE no cuentan con centros de estas características.

En concreto, las autoridades nacionales deberán detallar las condiciones económicas de las empresas participantes, el calendario de construcción y las modalidades de construcción de los centros. La población de las localidades cercanas a estas plantas de tratamiento de residuos deberá participar en el proceso de decisión.

La nueva directiva aprobada por el Consejo de la UE abre también la puerta a que varios países puedan compartir centros de almacenaje de residuos.

La aprobación de la directiva es un "paso histórico para la armonización del problema de la gestión de los residuos", según señaló en una rueda de prensa el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger.

Por su parte, Greenpeace criticó en un comunicado que la UE no ha tomado ninguna medida para controlar el transporte de material radiactivo cuando catorce de los veintisiete países europeos tienen plantas nucleares en su territorio.