En los dos últimos años y con la excusa de la crisis, se está asistiendo al debilitamiento progresivo de las políticas públicas de solidaridad que las comunidades autónomas y los ayuntamientos realizan desde la década de los 90. Así que bajo la consigna de "cumplir con la normativa en materia de estabilidad presupuestaria y déficit público", las oenegés denuncian que se están realizando recortes sociales que afectan directamente a las personas más vulnerables. Y sobre este asunto son muy directas: desde que se celebraron las elecciones autonómicas en mayo, la situación está tomando dimensiones preocupantes que las llevan a alertar sobre el peligro de desmantelamiento de este tipo de políticas.

El presidente de la Federación Aragonesa de Solidaridad, Fernando Pérez Valle, advierte de que "las perspectivas no son claras", pero que no van a tirar la toalla. Saben que tienen que difundir su labor y convencer a los dirigentes de que la inversión en desarrollo es importante, no solo una oportunidad de hacerse una foto.

Históricamente la lucha contra la pobreza ha sido un objetivo compartido por la ciudadanía y gobiernos que ha dado buenos resultados gracias al diálogo y al trabajo conjunto. El compromiso de las oenegés en este sentido es indudable y para demostrarlo han difundido un documento conjunto alertando sobre los riesgos de olvidar el compromiso solidario. "Confiamos en que todas las fuerzas políticas mantengan de manera unitaria la defensa de la cooperación descentralizada. En una situación compleja como la que vivimos, esa fortaleza común debe mantenerse de manera firme; solo así podremos alcanzar soluciones conjuntas que sean lo más acertadas posibles y eviten lo que está ocurriendo", explican pormenorizadamente en el texto que han acordado entre la coordinadora de oenegés para el desarrollo de España y las 17 coordinadoras autonómicas, entre las que se encuentra la aragonesa.

De este modo denuncian que la reducción de los fondos para cooperación llevada a cabo representa una media del 0,2% de los presupuestos autonómicos, una cantidad insignificante que poco contribuye a tapar los agujeros en las administraciones y que, sin embargo, pone en grave peligro la realización de proyectos de salud, educación o alimentación en países empobrecidos y de iniciativas que fomentan la sensibilización de una ciudadanía comprometida con la justicia internacional y la defensa de los derechos humanos.

Reducciones

En el texto explican que entre los hechos más recientes, a finales de mayo, con la excusa del déficit, Cataluña anunció un recorte del 55% de los fondos destinados a cooperación para el 2011, pasando de 49 millones de euros a 22. En Aragón, según explica Pérez Valle, las oenegés están pendientes de los próximos presupuestos pues temen perder un año o que suceda como con el Ayuntamiento de Zaragoza, que todavía no ha publicado la convocatoria de ayudas.

En este sentido, la oenegés españolas denuncian "otras nuevas formas de recortes" que ponen en peligro el sistema de cooperación descentralizada: desde retrasos de hasta dos daños en pagos de subvenciones ya concedidas, a la negativa de abonar segundos plazos de proyectos aprobados. Se ha llegado, incluso a requerir la devolución de fondos ya concedidos. "Este tipo de prácticas tienen consecuencias muy graves para miles de personas porque se traducen en la paralización de proyectos de desarrollo y también en la suspensión de acciones que fomentan una ciudadanía crítica y comprometida en nuestros pueblos y ciudades", explican desde la coordinadora estatal.

La situación poco a poco se vuelve más asfixiantes, pero las oenegés no pierden la esperanza y seguirán "criticando las rebajas en las ayudas", asegura Pérez Valle. Indican que la clase política no debería olvidar que la ciudadanía, a pesar de la crisis, continúa apoyando la ayuda al desarrollo y que muchas de las reivindicaciones sociales de carácter global e internacional que se están escuchando en estos días en las calles y plazas, son demandas que los organismos que trabajan por el desarrollo humano llevan reclamando hace mucho tiempo.

En el texto que han difundido también reivindican la obligación política de garantizar la solidaridad entre los pueblos a través de la cooperación descentralizada