El filósofo Paul B. Preciado le atribuye a usted la invención del feminismo del siglo XXI.

Creo que, en Feminismo bastardo, Paul hace un prólogo muy afectuoso. Yo no me atribuiría ese lugar. Pero sí soy consciente de que el libro es un instrumento para el planteamiento de discusiones teóricas y profundas, no solo alrededor de los feminismos, sino de las luchas sociales-

Conforme va conquistando espacios, surgen muchas reacciones en contra del feminismo como algo monolítico. ¿Es mejor hablar de feminismos en plural?

A lo largo de todo el libro yo parto de esa premisa. En mi práctica política no se puede reducir al feminismo a uno, no hay un solo feminismo. Pero la formulación de conquista en sí misma no me gusta, prefiero hablar en términos de soberanía.

¿Qué es el feminismo bastardo?

Es inventar un espacio político que ya existe pero que no tiene nombre, que es el lugar del intersticio, de lo ilegítimo, de la no pertenencia y de la desobediencia a todas las micro y macro tiranías identitarias. Lo bastardo es un lugar político de gran alcance, porque tiene muchos pliegues de interpelación al mismo tiempo.

¿Y el feminismo intuitivo?

Muchas veces no se llama a sí mismo feminismo, ya que no deviene de la instrucción académica. A mí me parece muy importante porque no es elitario, puesto que no es un bloque de ideas que aprendes en un aula, sino de decisiones soberanas que vas tomando en base a una lectura de la sociedad y a una toma de posición. En el caso de la sociedad boliviana, es el feminismo más potente y masivo, el que está colapsando los departamentos de justicia para decir que el Estado es incapaz de producir justicia.

Tres ideas sobre las que pivota su libro son despatriarcalización, descolonización y capitalismo. ¿Qué relación guardan entre sí?

Son indisolubles, tres estructuras de poder que cuelgan la una de la otra, o que parecen una misma estructura con tres componentes. Es imposible luchar contra estructuras patriarcales sin entender que estas son además coloniales y capitalistas. Y lo mismo pasa si quieres luchar contra estructuras capitalistas. Es casi un absurdo no identificar el carácter patriarcal y colonial de las mismas. Y no solo afecta a las mujeres bolivianas, es un orden global que afecta a absolutamente todo.

¿La propia concepción del feminismo dominante en Europa es colonialista?

No sé ni siquiera si Europa existe o si podemos hablar de un feminismo dominante. Pero sí que hay un neoliberalismo con perspectiva de género al que yo llamo tecnocracia de género. Esta estructura de poder de los organismos internacionales y estatales ha sido asumida como guion en muchos medios de comunicación, y es clasista, colonial y racista. Está anclada en la lógica de lucha por derechos, de una generalidad casi absurda en el siglo XXI, como si hubiera una especie de demanda de igualdad hombre mujer, sin tomarse jamás la molestia de aclarar de qué hombre y de qué mujer estamos hablando.

¿Este feminismo se olvida de las mujeres del sur?

Toda mujer reconocida como europea en esta parte del mundo está sentada sobre el trabajo de las mujeres del sur exiliadas del neoliberalismo, que aportan su trabajo en condiciones precarias. No se puede analizar la situación de las mujeres en España supuestamente emancipadas sin tener en cuenta las bolsas de ocupación de esas mujeres del sur mal pagadas, que con su trabajo de cuidados posibilitan que las chicas que estén en las universidades o en otros trabajos, y no interpelando las estructuras patriarcales coloniales.

¿Tiene que ver con su rechazo a los símbolos coloniales el recibimiento que Mujeres Creando le preparó al rey Felipe VI cuando asistió hace un año a la toma de posesión del presidente Luis Arce?

Yo no sé cómo España no ha logrado disolver la monarquía, cuando muchas otras sociedades en Europa lo han hecho. El rey es una figura anacrónica, un gran absurdo. Nosotras le preparamos dos recibimientos. Rodearon con tela una estatua de Colón en el centro de La Paz para que nadie la afectara delante de él, pero la grafiteamos con la frase «las mujeres, ante el rey, de rodillas, jamás», porque el presidente del Senado, un joven indígena del Movimiento al Socialismo, el partido de Evo Morales, se inclinó casi de rodillas ante el rey. Este se alojó en una plaza con una estatua dedicada a Isabel la Católica, que deconstruimos vistiéndola como las indígenas bolivianas. Una horda de hispanistas destruyó nuestro trabajo, pero le habíamos pintado la cara de rojo, y los trabajadores de la limpieza nos dijeron que habían informado a sus patrones de que la pintura no salía porque no querían cumplir sus órdenes, aunque no era cierto. Fue algo muy lindo. El actual embajador de España en Bolivia me dijo que le pareció fabuloso.

¿Quiénes son Mujeres Creando?

Es un movimiento heterogéneo que cumplirá 30 años en el 2022. «Indias, putas y lesbianas juntas, revueltas y hermanadas» es una metáfora para describir nuestra capacidad de funcionar desde las alianzas insólitas y prohibidas, que son las únicas subversivas. Y no solo hablamos de feminismo, sino que lo concretamos en prácticas útiles para la sociedad. Por eso nos hemos ganado mucho amor en la sociedad boliviana. Si no, nadie entendería que sigamos vivas 30 años después.

Su programa de radio le ha hecho muy popular. ¿Le ha traído problemas?

Radio Deseo está autogestionada por Mujeres Creando casi sin dinero, pero llegamos a un público masivo. Todo colectivo que lo ha pedido ha tenido un espacio de máxima audiencia. He entrevistado a todo el país. El único personaje que se ha negado es Evo Morales, pero hemos sido el único medio que ha reconstruido paso a paso su derrocamiento, y hemos logrado destapar muchas cosas en pleno gobierno fascista. Por eso soy objeto de campañas de odio, y una de las mujeres más insultadas de Bolivia. Vivo en aislamiento social obligatorio desde hace 30 años porque pago lo que hago con mi vida. Pero le hemos hecho encerronas al poder una y mil veces, y se las vamos a seguir haciendo. Así que puedo asegurar que no soy una víctima sacrificial. No sabe cuánto me divierto.