Los líderes de CiU, PNV y BNG, Artur Mas, Josep Antoni Duran Lleida, Josu Jon Imaz y Anxo Quintana, se pronunciaron ayer en Madrid a una sola voz para exigir que haya "una nueva cultura del diálogo político, sin exclusiones, multilateral y radicalmente democrática" a partir de las elecciones generales del próximo 14 de marzo que permita superar los "frentismos estériles" y avanzar en el autogobierno.

Las tres fuerzas nacionalistas agrupadas en la Declaración de Barcelona expresaron su deseo de que a partir del 14-M la vía del diálogo sirva para "normalizar las relaciones entre los partidos políticos en España" y superar así las consecuencias negativas derivadas de la mayoría absoluta del PP. El retroceso en el autogobierno es, para los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos, una de las peores efectos de esa mayoría. Por ello, anunciaron que están trabajando para que exista un reconocimiento jurídico-político de las realidades nacionales.

En un acto reivindicativo y con las tintas cargadas en contra del Partido Popular, la Declaración de Barcelona expresó su deseo de dejar atrás el actual "modelo de Estado uniformista que excluye las diferentes realidades nacionales y las diversas sensibilidades políticas y sociales". También dejó claro que tenderán su mano a la fuerza que avance hacia "un modelo de Estado plurinacional", basado en "el diálogo, el respeto mutuo y la inclusión".

CAMBIO DE TALANTE Los nacionalistas reclaman "más y mejor" autogobierno para sus ciudadanos, además de un cambio en el "talante" del PP, calificado de "autoritario".

Respecto a la actual coyuntura que vive el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, Imaz defendió su poder de decisión y pidió al PSOE y al PP, "que dejen de dar lecciones desde fuera". Las presiones y las injerencias estatales dentro de las comunidades autónomas fueron duramente criticadas por el resto de los dirigentes, que ven en esas intromisiones las causas de la "tensión" que vive España.