Ni pactos ni conjuras. Lo que hay es "una caza de brujas" para "destruir" a CiU y a Artur Mas. Josep Antoni Duran Lleida y Jordi Pujol lanzaron esta soflama durante la reunión conjunta de los consejos nacionales de Converg¨ncia Democr tica y UDC, en la que todos los dirigentes se emplearon a fondo en la estrategia de desgastar a Pasqual Maragall.

La reunión evidenció que CiU, a pesar de retirar la querella contra el presidente catalán, no sólo no ha enterrado el hacha de guerra sino que está dispuesta a echar leña al fuego.

Pero antes de lanzar la artillería, CiU jugó a víctima de una gran confabulación. Con este guión en la mano, Duran aseguró que la "transparencia" no es un "objetivo" para el tripartito y el PP, sino una "excusa" para "destruir" a la federación, porque "molesta" en la medida en que es la "anomalía" que impide que el bipartidismo se imponga en el mapa político catalán.

"CONJURA" "Si alguna conjura hay es la de socialistas y populares, con la aquiescencia de ERC, para trincharnos, y la de Zapatero y Rajoy para taparse las vergüenzas y no apoyar el Estatuto que apruebe el Parlamento", concluyó Duran, quien negó que CiU haya alcanzado un pacto con el PSC para enterrar la polémica del 3%.

Pujol también denunció que las otras fuerzas catalanas, que "confiaban en que la federación se desharía como un azucarillo" tras abandonar la Generalitat, persiguen la aniquilación de CiU y, muy especialmente, el descrédito de Mas. Frente a los "ataques", el presidente fundador de CiU elogió el liderazgo de su delfín y su "responsabilidad" durante la crisis política de las últimas semanas.

Denunciada la conjura, la cúpula de CiU se afanó en la estrategia de desprestigiar a Maragall. "Cataluña no se merece este Gobierno y este president ", proclamó Duran, después de denunciar a coro con Mas que el gabinete de Maragall ha hecho "mucho daño" a Cataluña", ha puesto "en peligro la cohesión" del país. "Con este gobierno, somos el hazmerreír de mucha gente", aseveró.

Mas aseguró que el pleno del jueves, con la petición de excusas por parte del presidente catalán y la retirada de la querella de CiU, ha permitido "frenar la caída libre" en la que había entrado la crisis política. Pero advirtió de que su superación es difícil con Maragall al frente de la Generalitat porque, argumentó, "hay una crisis de confianza y de credibilidad en el president".