Tan solo cuatro días después de que dejara de ser presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps ya tiene un nuevo empleo. El exjefe del Ejecutivo valenciano, relevado el pasado martes por el también diputado del PP Alberto Fabra, hasta ahora alcalde de Castellón, ingresará en el Consejo Jurídico Consultivo como miembro nato, en su condición de expresidente. Así lo anunciaron ayer fuentes cercanas a Camps, que precisaron que no tiene intención de dejar su escaño en las Cortes Valencianas, aunque sí renunciará al sueldo de parlamentario.

El expresidente valenciano ha solicitado su ingreso en este órgano consultivo como miembro permanente, sin límite temporal y con funciones vitalicias, lo que le permite actuar con voz pero sin voto. Los miembros de dicho organismo están sometidos al régimen de incompatibilidades establecido con carácter general para los altos cargos de la Administración, por lo que Camps podrá mantener su escaño en las Cortes Valencianas.

Eso sí, las mismas fuentes explicaron que el dimisionario opta por no reclamar una oficina de apoyo con asesores, chófer y coche oficial, como podría en función de la legislación que afecta a los expresidentes.

ESCAÑO 43 Camps se sentará ahora en el escaño 43, entre la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y la de Alicante, Sonia Castedo.

Fabra, que asistió a la toma de posesión del nuevo alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, bendijo el ingreso de Camps en el Consejo Consultivo. "Es una decisión personal que tendrá que tomar él y, desde luego, sabe que cuenta con el apoyo y el cariño de todo el grupo parlamentario y el mío propio", ratificó Fabra.

LAS CRÍTICAS Las reacciones contrarias no tardaron en aflorar. La portavoz adjunta del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas, Carmen Ninet, afirmó ayer que el expresidente de la Generalitat intenta "tutelar y controlar" a su sucesor en el cargo desde el Consejo. Ninet se refería así en un comunicado a la decisión de Camps de integrarse en el Consejo Jurídico, y le preguntaba a Fabra "si sabía que este órgano ha de informar de todas las resoluciones del Consejo". Le advertía de que Camps "no solo le ha dejado en herencia el Gobierno que ha abandonado a su suerte, sino que piensa teledirigirle desde el Consejo", según informa la Agencia Efe.

Más crítica fue la coordinadora de EUPV y portavoz del grupo, Marga Sanz, para quien la petición de Camps está "fuera de lugar", ya que debería "apartarse del todo de la vida pública" y las instituciones. Opinión que comparte la portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, quien tildó de "desfachatez" la "prisa" con la que Camps ha reclamado "sus privilegios" como exjefe del Consejo de Justicia.