Investidura

Zapatero e Illa reivindican el papel conciliador del PSOE frente a los que agitan el "miedo" a la ruptura

Su objetivo es calmar las aguas en el independentismo cuando falta un mes para que expire el calendario para una investidura

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el líder del PSC, Salvador Illa.

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el líder del PSC, Salvador Illa. / EFE

Sara González

"Necesitamos la investidura". El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha pronunciado la frase ante el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, uno de los principales negociadores con ERC y Junts, y el líder Salvador Illa, al que ha presentado como el político "más importante de la próxima década" en España. El día después de que el president Pere Aragonès haya denunciado que las negociaciones están "encalladas" y en el sexto aniversario de la declaración unilateral de independencia de 2017, los socialistas sacan punta a su rol apaciguador con Pedro Sánchez al frente.

El objetivo es calmar las aguas en el independentismo cuando falta un mes para que expire el calendario para una investidura y ejercer de dique de contención de un PP que, de la mano de Vox, busca hacer añicos que el PSOE pueda seguir en la Moncloa a sabiendas de que la cuadratura del círculo para evitar unas nuevas elecciones es de alto riesgo. En las filas socialistas siguen confiando en que el acuerdo es posible.

Alabanza al Gobierno de coalición

Como invitado de honor en un seminario sobre la alianza estratégica de la Unión Europea y América Latina organizado por la fundación Rafael Campalans, Zapatero ha alabado la "evolución extraordinariamente favorable" que ha experimentado España con el primer Gobierno de coalición. Ha señalado la subida del salario mínimo, la reforma laboral, la mayor inversión en becas o los datos de exportación y turismo para concluir que es gracias a esa alianza con Unidas Podemos, y ahora con Sumar, la que promueve una "reducción de la desigualdad" que debe continuar.

Un Gobierno que, sin embargo, no se hubiera sostenido -ni podrá ahora aún menos sostenerse- si no es con el apoyo de ERC y de Junts, que por ahora no garantizan que haya acuerdo y que siguen reclamando carpetas de alto calado como la ley de amnistía, el traspaso de Rodalies y acabar con el déficit fiscal. Ante esas exigencias que exprime la derecha para intentar cultivar un rechazo público a la entente con los independentistas, tanto Zapatero como Illa han apelado a la "confianza" frente al "miedo", que el líder del PSC ha advertido que es "un arma tan poderosa como peligrosa" cuando se asocia a un supuesto riesgo de Catalunya o España "se rompan".

Un PSOE que no se "evapora"

Zapatero ha mencionado el nombre de Alberto Núñez Feijóo, pero solo para dejar caer que "no merecen comentario" alguno sus reproches a la política internacional del Gobierno de Sánchez o sus advertencias sobre que la amnistía será "examinada" por Europa porque con ella se pretenden "borrar delitos" a los independentistas. "Tenemos un rumbo claro como país y como partido que se sedimenta en la lealtad y en la confianza en que un proyecto político transciende a las personas en los momentos históricos", ha dicho Zapatero. Precisamente un acuerdo "histórico" es lo que reclama Carles Puigdemont, a la vez que Illa hace referencia a una "oportunidad inmensa y excepcional". Mirando de reojo los movimientos de Junts, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha presumido de que la oficialidad del catalán "avanza" en la Unión Europea.

El expresidente del Gobierno ha izado la bandera de la "diversidad" y la "visión cosmopolita" de un partido con "ideas ancladas" y que nada tiene que ver con los que un día "pegan el salto hacia arriba y casi se evaporan". Mensaje dirigido a los que en su día se fijaron como objetivo un 'sorpasso' a izquierda o derecha que los socialistas presumen de haber impedido. El líder del PSC ha reclamado pensar a largo plazo "y en varias generaciones" con las negociaciones de una investidura rodeada de espinas. Y Zapatero, tirando de optimismo tanto para el futuro de la Moncloa como de la Generalitat, ha mirado directamente a Illa para augurar que los socialistas catalanes "van a tener años para disfrutar".