Nueva legislatura

Extremadura y la eterna deuda

Es la primera ocasión en que la comunidad tiene un gobierno de coalición, uno de los conformados por PP y Vox, un modelo que se repite en otras regiones

María Guardiola, en su despacho en Presidencia.

María Guardiola, en su despacho en Presidencia. / JORGE ARMESTAR

Rocío Sánchez

Es la segunda vez en la historia de la democracia que el PP gobierna en Extremadura. Y es la primera vez que lo hace con el PSOE en Madrid. José Antonio Monago llevaba apenas cinco meses al frente de la Junta cuando el socialista José Luis Rodríguez Zapatero convocó elecciones anticipadas, las perdió y el popular Mariano Rajoy se hizo con las riendas del país.

Ahora los colores son distintos en el Ejecutivo regional y en Moncloa. Además, es también la primera ocasión en que la comunidad tiene un gobierno de coalición, uno de los conformados por PP y Vox, un modelo que se repite en otras regiones.

La confrontación está servida. La polarización que se vive a nivel nacional se repite. Ya la presidenta de la Junta, María Guardiola, basó parte de su campaña política en ir contra Pedro Sánchez y su postura no ha cambiado. La propuesta de ley de amnistía para los implicados en el procés y la posibilidad de perdonar parte de la deuda a Cataluña han calentado aún más el ambiente. Guardiola considera que estas medidas atentan contra el Estado de Derecho y fomentan la desigualdad entre territorios, por lo que, tiene claro, Extremadura saldrá perjudicada.

Y es aquí donde se pone el foco en las carencias de la comunidad. En el puesto número uno, por llevar más de dos décadas de retraso, un tren de calidad. Si bien es cierto que hace más de un año ya funciona la nueva plataforma entre Badajoz y Plasencia y los tiempos de viaje se han acortado, Extremadura sigue a la espera de que se pongan en marcha las catenarias, o lo que es lo mismo, que por fin se pueda hablar de alta velocidad. La región sigue siendo la única de España sin un solo kilómetro de vía electrificada.

En la lista de peticiones pendientes del nuevo gobierno también están las autovías, en concreto, la que unirá en un futuro Cáceres con Badajoz. De momento solo ha empezado la obra de 13 de los 90 kilómetros que separan ambas ciudades. En este caso Extremadura también despunta: son casi los dos únicas capitales de provincia del país que no están unidas por una vía rápida por carretera.

Y, como tercer punto, la financiación autonómica. La Junta quiere que se apliquen nuevas reglas donde, por ejemplo, no pondere la población.