Sumar lleva el mestizaje al Gobierno: exiliados del primer Podemos y mezcla de partidos en sus ministerios

Quedó atrás el tiempo de premiar las lealtades dentro del Gobierno de coalición. Si en la última legislatura Podemos exhibió la bunkerización en los equipos de sus ministerios, priorizando la afinidad política frente a la preparación técnica y cesando a aquellos que se apartaban de sus tesis, Sumar abre ahora una nueva etapa en la coalición, e incluye en sus departamentos dirigentes de distintas procedencias, desde cargos que estuvieron en el nacimiento de Podemos y abandonaron sus filas en el ciclo electoral de 2019, a técnicos especializados, sin importar que pertenezcan a otras formaciones.

Las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, incluyeron a algunos dirigentes de IU de extrema proximidad en el organigrama de sus ministerios, algunos de cierta relevancia como Enrique Santiago, nombrado secretario de Estado de Derechos Sociales, o Amanda Meyer, de IU Andalucía, situada como jefa de gabinete de la ministra de Igualdad. En ambos casos, los dirigentes fueron cesados en represalia por su cercanía a Yolanda Díaz.

Ahora la líder de Sumar trata de exhibir unas formas distintas a la hora de componer equipos. Díaz siempre ha defendido la mistura como forma de hacer política; con ese planteamiento lanzó su proyecto político y ese es el espíritu que ha llevado también de puertas para adentro en el Ejecutivo.

Con carnés previos

La propia gallega ha incluido en su equipo de Vicepresidencia a cuadros técnicos, en su mayoría desconocidos para el gran público pero que ya participaron en la construcción de otras formaciones como Más Madrid, Podemos o Ahora Madrid, el partido de Manuela Carmena. Unos fichajes que tienen una particularidad, y es que los nuevos integrantes siguen manteniendo el carné de sus respectivos partidos, sin que les haya exigido su renuncia o la adhesión a unas nuevas tesis.

Es el caso del ex diputado asturiano Segundo González, que estuvo desde los inicios de Podemos y se convirtió en uno de sus economistas de cabecera. En 2019 salió del partido y más tarde participó en la construcción de Más Madrid, con el que mantiene lazos pese a haber abandonado la primera línea política. También son varios los cuadros técnicos que formaron parte de los equipos del Gobierno de Carmena entre 2015 y 2019, y cuya experiencia en materia de producción audiovisual o diseño de campañas publicitarias cobra especial valor para Yolanda Díaz.

Entre sus incorporaciones, los hay quienes tuvieron cargos y después abandonaron la vida institucional. Es el caso de su nueva jefa de gabinete, la exdiputada Noelia Vera, que llegó a ser portavoz nacional de Podemos y miembro de su ejecutiva, hasta ocupar Secretaría de Estado de Igualdad junto a Irene Montero, de la que dimitió en octubre de 2021. Desde entonces ha permanecido alejada de la política hasta su salto a la Vicepresidencia del Gobierno, que fue una decisión personalísima de Díaz, con el objetivo de escenificar la integración en Sumar de las distintas procedencias políticas.

Mix en derechos sociales

Pero no sólo Díaz ha llevado el mestizaje a su ministerio. También el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, de la cuota de Sumar, ha incluido a profesionales sin importar su procedencia, entre los que está la ex edil Celia Mayer, quien fuera edil de Carmena en la legislatura de 2015, que fue después asesora en el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y que ahora se integra en el gabinete de Sumar.

También ha mantenido como Secretaria de Consumo a la economista Bibiana Medialdea, situada en el cargo por Alberto Garzón en la anterior legislatura y que fue una de las primeras dirigentes visibles de Podemos, llegando a ser portavoz provisional en 2015, para vincularse después a Ahora Madrid. En su ministerio también está como secretaria de Estado de Derechos Sociales Rosa Martínez, quien fuera diputada nacional por Equo, que acabó desvinculándose de la política.

También la exdiputada vasca Nagua Alba ha vuelto a la política al integrarse en el departamento de Bustinduy. Ambos coincidieron en la construcción del llamado primer Podemos, donde Pablo Iglesias e Iñigo Errejón todavía convivían en el partido. Ambas salieron, como tantos, llenos de desencanto cuando el partido se quebró. En el caso de Alba, trabajaba en una ONG totalmente desvinculada de la política.

Como directora del Instituto de la Mujer, Bustinduy ha situado a Margarita del Cisne, dirigente de IU que fue concejal en el Ayuntamiento de Murcia entre los años 2015 y 2019 por la coalición Cambiemos Murcia, y que ahora vuelve a la política de la mano del nuevo ministro de Derechos Sociales, que lleva tiempo colaborando con Yolanda Díaz desde un segundo plano y que ahora trata desde su ministerio de integrar a todas las fuerzas.

Estilos propios

Si en los ministerios de Sumar la variedad de procedencias políticas es muy acusada, el resto de ministerios tienen estilo propio. El Ministerio de Juventud e Infancia de Sira Rego es el departamento donde hay más concentración de cargos políticos de la misma formación (IU), muchos de ellos procedentes de su antecesor en el Gobierno, Alberto Garzón.

En el caso de Mónica García, se ha rodeado de cuadros independientes, procedentes de organizaciones de la sociedad civil y de la empresa privada. Ya en su campaña para las autonómicas de mayo, fue acompañada de funcionarios, catedráticos, investigadores o sanitarios.

Pero la líder de Más Madrid también ha hecho nombramientos entre sus compañeros de filas, como el exdiputado regional Javier Padilla, médico de profesión y actual secretario de Estado. También ha rescatado como jefe de Gabinete a José Manuel López, quien fuera exportavoz de Podemos en la Asambela de Madrid en 2016 hasta ser laminado por el pablismo por su lealtad a Iñigo Errejón. El dirigente, que en la última legislatura trabajó como técnico en ministerios socialistas, vuelve ahora a su casa matriz.

Cultura y diplomacia

Más llamativo es el caso de Ernest Urtasun en el Ministerio de Cultura. En su caso, ha situado en sus equipos a trabajadores procedentes de su partido, En Comú Podem, como su secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí Grau, número dos de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona.

Pero también ha atraido a su departamento a integrantes del cuerpo diplomático. El ministro catalán, diplomático de carrera, ha puesto en valor a este perfil, uno de los más altos dentro de la Administración y ha situado a distintos funcionarios en el organigrama de su ministerio.

Para dirigir su gabinete, sin ir más lejos, ha elegido al diplomático Álvaro Albacete Perea, con quien Urtasun ya coincidió en 2010, cuando trabajaba en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Trinidad Jiménez. Por entonces, el director adjunto de Gabinete de la ministra socialista era precisamente Albacete, a quien ahora ha puesto al frente de su propio equipo.