El presidente de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), Jean Pierre Laffon, valoró ayer la muestra de Zaragoza como un "éxito incontestable", al tiempo que un "ejemplo de enseñanza" para las siguientes muestras en las que deberán "progresar las iniciativas nacidas en Zaragoza". Así lo expresó ayer el dirigente en el Día de Honor del BIE, el último que se celebró en la muestra. A él acudieron también el secretario general del organismo, Vicente González Loscertales, representantes de las próximas ciudades Expo --los alcaldes de Milán y Shangai y una delegación de Yeosu--, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch.

Laffon remarcó la importancia de la cita zaragozana en varias ocasiones. "La agenda del BIE para los próximos años se centra en el eje marcado por Zaragoza. Las próximas Expos se ocuparán de los retos y desafíos de la humanidad en este siglo", explicó. Además, resumió estas citas: calidad de vida en las ciudades, en Shangai, protección de los océanos en Yeosu y la alimentación de la población mundial, en Milán. "Son temas urgentísimos, de enorme relevancia, que no se pueden posponer", aseguró.

Las "lecciones" más importantes que el BIE ha extraído de esta muestra han sido, en palabras del presidente, "el trabajo con las organizaciones internacionales, las iniciativas como la Tribuna del Agua --el trabajo con expertos-- y la inclusión de las oenegés, que aportan nuevos temas de reflexión que deben ser un estímulo para aumentar el interés de las exposiciones ante desafíos de gran envergadura".

Laffon también tuvo un recuerdo para los voluntarios, que llenaban en gran número la sala y aplaudieron a rabiar ante el agradecimiento por su labor.

En su intervención previa, Marcelino Iglesias agradeció al BIE su "compañía y asesoramiento en un proyecto que es un éxito y una brillante realidad". Calificó la muestra como "un largo camino que unió la ilusión y la economía", e incluso adoptó cariñosamente al secretario general, Gómez Loscertales, sevillano, al felicitarle "especialmente" por su "especial dedicación y compromiso con la Expo de su ciudad, su comunidad y su país".

"Los aragoneses hemos demostado nuestra capacidad de trabajo y nuestra voluntad de reforma, así como la capacidad de movilización ante aspiraciones colectivas", sentenció el presidente de Aragón. "Esta Expo demuestra que el BIE no se equivocó". El comisario de la muestra, Emilio Fernández-Castaño, abrió la ronda de discursos hablando del Espíritu de Zaragoza, que deseó que se difunda en las próximas citas de estas características.

Tras las intervenciones llegaron los espectáculos, y tras ellos la delegación peregrinó por los pabellones de los tres países que acogerán las próximas exposiciones --China, Corea e Italia--, donde recibieron detalladas explicaciones de los recintos. También visitaron el pabellón de Aragón antes de terminar, como ha sido norma durante toda la muestra, con la comida en el pabellón de España.