Nueva York. -- La Estatua de la Libertad, símbolo de la ciudad de Nueva York, ha reabierto al público, aunque de forma limitada, tras haber permanecido cerrada casi tres años, desde los atentados del 11-S, por miedo a nuevos ataques.Los visitantes no podrán ascender por el interior de la estatua ni subir hasta el mirador ubicado en la corona, que permanecerá cerrado por motivos de seguridad y las visitas tendrán que ser concertadas con cita previa.El impulso de empresas y algunos políticos ha permitido recabar los fondos necesarios --5,6 millones de dólares-- para financiar arreglos y, sobre todo, la puesta en marcha de nuevas medidas de seguridad.Limitaciones y mejorasA partir de hoy, los turistas podrán penetrar de nuevo en el pedestal y subir hasta el piso 16 del monumento, desde el cual se podrá ver el interior de la estatua a través de un techo de cristal.También podrán recorrer un museo instalado en esta zona, así como contemplar la antorcha original, que fue sustituida por una imitación en el año 1986.En los años en que ha permanecido cerrada al público, la entidad que gestiona el monumento ha llevado a cabo varias mejoras, entre ellas el sistema de iluminación y un nuevo sistema de vídeo.A partir de ahora las visitas tendrán que ser concertadas con cita previa --a través de teléfono y, desde septiembre, por internet-- para evitar largas colas y aglomeraciones.Las visitas a la isla en la que se encuentra la estatua quedaron suspendidas inmediatamente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, ante el temor de que pudiera ser objeto de nuevos ataques.Dos meses después se reanudaron las entradas a la isla y al parque que hay en ella, pero no a la propia estatua, que ha estado cerrada hasta ahora.