Al menos cuatro soldados israelís murieron y ocho resultaron heridos en un ataque coordinado por el brazo armado de Hamás y los Halcones de Fatá, antigua facción vinculada a Al Fatá, en un puesto de control en la frontera entre Gaza y Egipto.

Primero, los terroristas detonaron la tonelada y media de explosivos colocada en un túnel excavado bajo el puesto de control, muy próximo a la terminal fronteriza de Rafah, que emplean los palestinos. Tras la explosión, dos activistas penetraron en el lugar, donde hubo un enfrentamiento cuerpo a cuerpo que se saldó con la muerte de un miembro de Fatá. Una segunda explosión sorprendió poco después a los equipos de rescate y causó la muerte de al menos cuatro militares.

Este ataque es la respuesta al "asesinato de Yasir Arafat", según manifestó un miliciano palestino, que se identificó como Abú Mayed. El rais palestino murió el 11 de noviembre en París por una enfermedad no esclarecida que continúa siendo objeto de controversia.

Horas antes, el Gobierno israelí había anunciado la próxima liberación de entre 100 y 200 presos palestinos, en lo que muchos ven un gesto de agradecimiento al presidente egipcio, Hosni Mubarak, por su mediación para la liberación de Azam Azam, un reo israelí que cumplía condena en Egipto por espionaje.

Mientras, Maruán Barguti, el antiguo líder de Al Fatá en Cisjordania y ahora encarcelado por Israel, anunció la retiraba de su candidatura a las elecciones presidenciales palestinas del 9 de enero. Su director de campaña, Ahemd Ghneim, leyó una carta en la que Barguti pedía el voto para Abú Mazen.