En una votación histórica, el Parlamento Europeo rechazó por una amplísima mayoría el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y EEUU que permitía a Washington espiar los datos de todas las transacciones bancarias que realizaban los ciudadanos europeos. El veto parlamentario deja sin efecto legal el acuerdo que se aplicaba de forma provisional e interrumpe el espionaje de los datos bancarios personales que realizaba EEUU desde el 2001 a través de la compañía SWIFT, primero de forma clandestina y después con la autorización de los Veintisiete.

La Eurocámara vetó el acuerdo suscrito por la UE con EEUU el pasado 30 de noviembre por 378 votos, mientras que 196 eurodiputados conservadores defendieron mantener el acuerdo en aras de la colaboración antiterrorista y 31 se abstuvieron. El veto fue posible gracias a la oposición conjunta al mismo de los grupos socialista, liberal, verdes, izquierda unitaria y de los democristianos alemanes y austriacos.

EL PSOE SE ABSTIENE Los diputados socialistas españoles al final se abstuvieron, a pesar de defender el mantenimiento del acuerdo con EEUU. La maniobra previa del Grupo Popular para intentar aplazar la votación, que sí contó con el respaldo del PSOE, también fracasó.

La Eurocámara considera que esa cesión a EEUU de los datos bancarios vulnera las leyes europeas de protección de datos personales y deja desprotegidos a los ciudadanos y empresas europeas ante cualquier uso ilegal de esos datos por parte de EEUU y de los países a los que Washington cede esta información.

La Eurocámara estima que la cesión de todos los datos es desproporcionada, supone una intrusión excesiva en la vida privada, carece de autorización judicial, no tiene limitación temporal y no existe un mecanismo efectivo de control. Los eurodiputados temen que ese sistema sea usado para el espionaje comercial a las empresas europeas, en perjuicio de los intereses económicos de la UE.

El acuerdo vetado carece de la más mínima reciprocidad, ya que la UE no tiene ningún acceso a los datos de las transacciones que realizan los norteamericanos. "Ya sabemos lo que respondería el Congreso de EEUU si se le propusiera ceder en bloque los datos de las transacciones bancarias de sus ciudadanos a una potencia extranjera", señaló la liberal holandesa Jeanine Hennis-Plasschaert, y ponente de la propuesta de veto al acuerdo.

EEUU señaló que el veto es "un revés para la cooperación antiterrorista" transatlántica. "EEUU está decepcionado, porque interrumpe un programa importante antiterrorista", indicó un comunicado oficial. "El programa ha generado estos años más de 1.500 informes y numerosas pistas a las autoridades europeas" para la lucha antiterrorista, precisa el texto.

"AGUJERO" EN LA SEGURIDAD El Grupo Popular insistió en que el rechazo del acuerdo crea un "agujero" de seguridad en la UE, ya que la cesión de los datos bancarios a EEUU ha servido para prevenir ataques terroristas en territorio europeo. En la misma línea, la Comisión Europea, que ha promovido hasta ahora acuerdos al dictado de EEUU, "lamenta que ya no estará disponible una información altamente valiosa" contra el terrorismo.

Los socialistas, liberales, ecologistas e izquierda unitaria rechazaron esas críticas e insistieron en que "la seguridad de los ciudadanos europeos no ha quedado comprometida" por el veto. Los diputados de esos grupos recordaron que existen mecanismos de cooperación judicial con EEUU que permiten a Washington acceder a los datos de las operaciones financieras de cualquier sospechoso de terrorismo.

España, que gestiona la UE durante este semestre, y la Comisión Europea anunciaron que comenzarán a preparar de inmediato un nuevo acuerdo con Estados Unidos, que tenga en cuenta las preocupaciones expresadas por la Eurocámara. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó que "hay que lograr un nuevo acuerdo, porque es importante para la lucha antiterrorista". Zapatero también insistió en que el veto de la Eurocámara y la suspensión del actual acuerdo "no debe afectar a las relaciones con Estados Unidos".