Wikileaks prepara un nuevo golpe. Esta vez se trata de la publicación de los datos secretos de las cuentas bancarias en el extranjero de unas 2.000 importantes personalidades sospechosas de evasión fiscal. Un exempleado de banca suizo, buen conocedor del gremio, Rudolf Elmer, entregó ayer personalmente al fundador de la web Wikileaks, Julian Assange, dos discos compactos con la información de lo que puede convertirse en un nuevo escándalo planetario.

La entrega tuvo lugar en el curso de una conferencia de prensa celebrada en el club del Frontline de Londres, que se ha convertido en el cuartel general de Julian Assange en la capital británica.

El australiano, pendiente de un proceso de extradición a Suecia, prometió que la nueva exclusiva se publicaría en la web de Wikileaks en el plazo de un par de semanas, después de que un equipo de profesionales examine el material. Alguna de esa información se pondrá a disposición de la oficina británica encargada de perseguir casos importantes de fraude.

El anuncio se produjo en vísperas de que Rudolf Elmer sea juzgado, a partir de mañana, en Suiza, por coerción y violación del secreto bancario. El acusado trabajó durante ocho años como jefe de operaciones de la filial del banco privado suizo Julius Baer, en el paraíso fiscal de las islas Caimán. "Estoy en contra del sistema. Sé cómo funciona. He estado allí. He hecho el trabajo. Conozco el día a día del negocio", señaló ayer el banquero.

DESPEDIDO EN EL AÑO 2002 Su batalla por la transparencia financiera comenzó al ser despedido, en el año 2002. Cuando tuvo que marcharse, enfrentado con la empresa, lo hizo llevándose importantes documentos internos, que desde hace cuatro años ha comenzado a filtrar a Wikileaks. Ya en el 2008 un tribunal estadounidense cerró temporalmente la web a petición del banco.

Rudolf Elmer se presenta como un "activista reformador", pero desde el banco Julius Baer, cuyas acciones perdieron ayer un 3% de su valor, le acusan de actuar por venganza. "El objetivo de sus actividades es desacreditar a Julius Baer y a sus clientes ante la opinión pública", señaló un comunicado de la entidad. Entre los clientes cuyos datos están en poder de Wikileaks habría multinacionales, firmas financieras, hombres de negocios, artistas y cerca de 40 políticos de varios países, incluidos el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.

Los documentos, pertenecientes a tres bancos diferentes, cubren un periodo que va de 1990 al año 2009. "Está claro que Rudolf Elmer es un denunciante de buena fe, por lo que tengo el deber de apoyarle", señaló Julian Assange ayer. "Asumo la responsabilidad de todo esto", dijo por su parte el exempleado de banca, que asegura que los datos recopilados le han sido entregados desde varias fuentes anónimas.

"Mi esperanza es hacer conocer a la sociedad la realidad de lo que ocurre. Quiero que se sepa como funciona un sistema que hace daño a la sociedad", dijo.